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La Mañana

Brasil tuvo la revancha más deseada con el oro olímpico

En los penales le ganó 5 a 4 a Alemania por el gol de Neymar.

ío de Janeiro, Brasil.- La revancha de oro. Brasil logró el cetro olímpico en fútbol, su única deuda hasta ayer en este deporte en que los brasileños son los reyes. Una fiesta que se cerró de la mejor manera con Neymar, su estrella, anotando el penal decisivo (5-4) en la serie que definió el campeonato tras 120 minutos de angustia (1-1) con Alemania nada menos, el rival que le propinó hace dos años aquí mismo en el Maracaná la derrota más grande de la historia (7-1) dejándolo además afuera de su Mundial. Un golpe más grande aún que el Maracanazo del ’50, cuando Uruguay le festejó el campeonato en la propia cara.

Neymar, héroe de principio a fin. Primero con el golazo de tiro libre que abrió el marcador y luego con el disparo en el remate de la serie que provocó un grito que mezcló desahogo, revancha y justicia. Ni el gesto con los dedos del alemán Rober Bauer recordándole a la hinchada brasileña la goleada del último Mundial empeñaron la alegría de los brasileños.

A los 26 minutos Neymar tuvo su mejor premio. La colgó del ángulo y golpeándose el pecho hizo delirar a los 80 mil hinchas que llegaron para creer en la resurrección del pentacampeón.

Alemania, con orden, reaccionó en el arranque del segundo tiempo y consiguió el empate tras un desborde de Brandt y la buena definición de primera de Meyer. Un baldazo de agua fría que reactivó viejos fantasmas.

El partido fue un suplicio porque el local dispuso de no menos de tres situaciones para liquidarlo en el tiempo reglamentario y también con Neymar encendido pudo hacer la diferencia. Pero la pelota no entraba y crecía la angustia, que se prolongó en los penales.

Todos iban metiendo, hasta que Petersen, el quinto pateador de los alemanes, remató suave a la izquierda que Weverton adivinó y tapó. Todo quedó servido para Neymar: se acomodó, tomó carrera y la clavó contra el costado izquierdo para la eternidad.

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