Los decanos de distintas facultades aseguraron que la Universidad sólo se podrá solventar hasta agosto. Ayer aprobaron un presupuesto con 0% de aumento.
Sucede que ayer fue aprobado un presupuesto provisorio para todo el 2016 que implica un aumento del 0%, cuando la inflación estimada solo para el mes de abril alcanza el 7 por ciento. Advierten incluso que con esa partida no alcanza siquiera para pagar los servicios básicos –aumentados en un 300%-, como agua, luz y gas. Por caso, la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA evalúa cancelar proyectos de investigación porque no podrá pagar esas tarifas.
Desde la Universidad de Buenos Aires señalaron que al 10 de diciembre del año pasado, el tesoro nacional tenía una deuda con la UBA de 330 millones de pesos, casi el 50 por ciento de lo estipulado para gastos operativos de toda la institución. Hoy, de ese total está saldado el 80 por ciento.
De los gastos de funcionamientos aprobados por el presupuesto el 2016, el Estado giró, hasta ahora, lo correspondiente a enero, febrero y marzo. En las sucesivas reuniones mantenidas hasta el momento con el gobierno, se ha insistido en la necesidad de que se reconozca el incremento de los servicios públicos que la UBA, con su presupuesto, no puede afrontar. También se solicitó que comience a distribuirse la partida para los hospitales universitarios, aprobada por la legislatura nacional el año pasado.
A su vez, las principales federaciones de docentes universitarios iniciaron un plan de lucha al considerar "una provocación" la propuesta de aumento salarial del 15% hasta octubre. La CONADU inició este último martes un paro de 48 horas con un acatamiento del 85 por ciento según sus datos-, en tanto que la CONADU Histórica decretó un paro de seis días que se extenderá hasta este sábado. Exigen un aumento salarial del 45 por ciento y mayor presupuesto para las casas de estudio públicas. También se realizaron clases públicas en la puerta de las facultades, como en Filosofía y Letras y Medicina.También entra dentro de las tratativas que encarará la UBA la posibilidad de fijar una "tarifa social" para la universidad, retrotrayendo el importe al que había al 31 de enero pasado, antes de que se fijaran las nuevas tarifas de servicios públicos.
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