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Curvatura del pene, un trastorno poco conocido

Uno de cada 10 mayores de 40 años lo tiene y pocos lo advierten.

La mayoría de los hombres con curvatura de pene, llamada enfermedad de Peyronie, no son conscientes de su patología y por tanto no reciben terapia. Sin embargo, se trata de un trastorno que afecta a uno de cada diez hombres mayores de 40 años, según un estudio publicado en la revista The Urologic Clinics of North America.

¿Cuál es el principal obstáculo que dificulta el tratamiento? La ignorancia. La mayoría desconoce padecer dicha patología. Esta dolencia se caracteriza por una fibroesclerosis del pene, debida -en la mayoría de los casos- a la rotura de los vasos sanguíneos de los cuerpos cavernosos del miembro masculino. De todos modos, los especialistas aclaran que existen tratamientos farmacológicos, físicos y hasta quirúrgicos para tratar este trastorno y mejorar la calidad de vida y de las relaciones sexuales de los pacientes.

En la mayor parte de los casos se adquiere debido a microtraumatismos de los vasos sanguíneos de los cuerpos cavernosos del pene que suceden durante la relación sexual. Dichas roturas originan una cicatriz o placa fibrosa que provoca la pérdida de elasticidad de la zona. Esto hace que el pene no actúe como un cuerpo elongable y elástico cuando se llenan de flujo sanguíneo los cuerpos cavernosos durante la erección, y por lo tanto se arquea hacia esa dirección (la de la cicatriz).

Erección Cuando la curvatura es pronunciada, también lo es el problema. A consultar.

Los síntomas más comunes hay que buscarlos en el dolor durante la erección, pérdida de rigidez, curvatura progresiva, placa o nódulo fibroso en el pene o acortamiento. Cualquiera de estos indicios dificultan las relaciones sexuales y pueden ocasionar problemas psicológicos, como ansiedad o falta de autoestima, e incluso dolor coital en los casos en que la vagina debe de acomodar un pene con un grado de curvatura muy pronunciado.

Especialistas dicen que hay soluciones para esta patología, desde fármacos hasta cirugías.

Los principales problemas de la llamada enfermedad de Peyronie se relacionan con la práctica de relaciones sexuales, y los factores implicados en su origen son infecciones, predisposición genética, problemas vasculares, ingestión de determinados fármacos, diabetes e hipertensión.

Soluciones
El tratamiento farmacológico consiste en la administración de testosterona, estrógenos, vitamina E o corticoides. La controversia pasa por que no existe aún un aval científico que garantice el 100% de su efectividad. En la fase inicial se recomienda la iontoforesis: fármaco que se aplica por vía tópica por unas microcorrientes de baja intensidad que consiguen una mejor penetración del principio activo bajo la piel. También puede ser con una terapia de tracción del pene, “efectiva en fase aguda de la enfermedad reduciendo el dolor, la curvatura y mejorando la función sexual”, según la Universidad Autónoma de Madrid.

En casos de cirugía, hay tres variantes: enderazamiento del pene sin extirpación de la placa de fibrosis; extirpación del tejido fibrótico y enderezamiento, y extirpación de la fibrosis intracavernosa e implante de pene, para los casos en los que la curvatura afectó la capacidad de obtener una erección.

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