Los investigadores trabajan con la hipótesis de "un ajuste de cuentas, llevado a cabo por sicarios profesionales".
Madrid
Los cuerpos descuartizados de una familia -dos adultos de unos 40 años, una niña de cinco y un niño de un año- con documentación brasileña fueron encontrados por la Guardia Civil española en un chalet de Pioz, Guadalajara, a 60 kilómetros de Madrid.
Los investigadores trabajan con la hipótesis de “un ajuste de cuentas, llevado a cabo por sicarios profesionales”. El estado de la vivienda (casi vacía) y de los cuerpos indican que huían de alguien y que llevaban al menos un mes muertos.
Eso hace pensar a los investigadores que la pareja se estaba escapando. Los vecinos alertaron a la Policía por el olor que salía de la casa. Cuando abrieron, encontraron seis bolsas de plástico grandes: en una estaba el tronco de un hombre de unos 40 años; en otra, sus extremidades; repartido en otras dos, el cuerpo descuartizado de una mujer, y en otras dos bolsas, los cadáveres (completos) de los dos pequeños.
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