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La Mañana Copa Libertadores

La mirada perdida y el corazón roto

El Millo pasó por arriba al modesto Independiente del Valle, pero se quedó corto con el 1 a 0 y así el campeón se fue de la Copa.

Buenos Aires
Tiros en los palos, heroica actuación del arquero rival, delanteros propios errando situaciones imposibles. De no creer cómo River se quedó fuera de la Copa Libertadores. Hizo todo para ganar, jugó a lo campeón pero el 1 a 0, gol de Alario, fue insuficiente. En verdad, el Millo lo perdió en la ida, con el 0-2 que llegó sobre la hora.

River fue, buscó y lo intentó de mil maneras, pero su falta de gol lo dejó fuera.

El equipo de Marcelo Gallardo no pudo defender el título logrado en la edición pasada y de esta manera, el rival de Pumas de México en cuartos de final será Independiente del Valle.

El mejor partido, la peor caída
River jugó un buen partido, el mejor del año seguramente. No podrá recriminarse la actitud ni el juego, pero sí su falta de gol, una característica que exhibió en el año y que ni siquiera alcanzó con el "chip copero" que acostumbró a los hinchas en las paradas difíciles.

Las situaciones de riesgo que generó River fueron muchísimas, pero el palo, el travesaño y las apariciones salvadoras del arquero paraguayo Librado Azcona, figura del partido, lo privaron del gol.

El partido fue lógico: River fue a buscarlo, con ideas, a veces con mucho nervio e intensidad, e Independiente lo esperó agazapado, en busca de una contra mortífera porque sabía que el local iba a jugar también contra reloj.

Esa única oportunidad para Independiente se produjo a los 16 minutos del segundo tiempo, cuando Marcelo Barovero le sacó con el pie derecho el gol al rápido José Angulo.

Después, fue un monólogo de River, tanto en el primer tiempo, cuando tuvo seis situaciones entre remates de D'Alessandro (eje del equipo), Mora y Alonso.

La mejor carta de River en ataque fue el lateral izquierdo, con las proyecciones de Milton Casco. Sólo le faltó más aporte de Ignacio Fernández, de flojo partido, para reforzar ese costado.

Alario tenía que estar
En la segunda parte fue todo de River, que acorraló a su rival. El ingreso de Alario le dio más peso ofensivo a River, que jugó con tres delanteros, y desde su ingreso se dieron más situaciones: la chilena de Mora que encontró Azcona (6 min.), el disparo de cabeza de Alario al travesaño (15 min.), otro remate al travesaño de D'Alessandro (19 min.) y una tapada fenomenal de Azcona ante el cabezazo del gran pivot de la noche, el uruguayo Alonso (25 min.).

El dueño de casa lo buscó hasta el final, hasta el último segundo, como aquel intento de Mercado, tras un centro de Ponzio (44 min.) que encontró Azcona.

El Millo mereció más goles, pero no pudo ser. River se retiró aplaudido por sus hinchas, de pie, en un reconocimiento con gusto a fin de ciclo, de un ciclo ganador del cual Gallardo y compañía buscarán reencontrarse a la brevedad.

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