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La Mañana Zapala

Los Sambueza se sumaron al clamor por el acuífero

Desde el exterior, los futbolistas apoyaron el reclamo de los zapalinos.

Ailín Trepiana
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Neuquén
Hace varios años que los vecinos de Zapala denuncian contaminación en el único acuífero de la ciudad. Advierten que está contaminado por filtraciones provenientes del canal de agua residual, que está sin entubar y cuyos deshechos se filtran naturalmente. Rubens Sambueza, zapalino de origen, sumó su indignación junto al plantel mexicano.

"La verdad me da mucha tristeza lo que está pasando. El agua es un recurso muy importante para toda la gente y debemos cuidarlo mucho", expresó el futbolista a LM Neuquén. Dijo que Zapala siempre tuvo agua potable "y ahora lamentablemente está sufriendo esta situación; ojalá que se resuelva lo antes posible y que la gente esté contenta como antes". Reconoció su preocupación porque tiene a su familia y a sus amigos en esa ciudad y se mostró esperanzado en que "la intendenta escuche a la población, porque el agua es de todos".

En sintonía con su hermano, Fabián Sambueza, que juega en Deportivo Cali, aseguró que "es un tema delicado y preocupa". "Si bien estoy en Colombia, toda mi familia vive en Zapala", aseguró.

Desde el 2003 los vecinos están esperando la finalización de las obras de las piletas de oxidación, en el acceso de Fortabat, que perfeccionaría el agua para su utilización para riego. En su momento las piletas fueron construidas 18 metros arriba, por lo que los líquidos no alcanzaban a llegar. Según indicaron desde el Municipio, actualmente se retomaron las obras y se está avanzando para bombear el agua hacia las piletas.

Pero la indignación de la gente frente a la latente contaminación del acuífero natural y cristalino que caracteriza a la ciudad crece desde hace años y explota desenfrenadamente cada vez que tiene ante sus ojos el agua servida y debe soportar sus malos olores. Los vecinos denuncian que el agua residual que circula por el canal se escurre y se generan filtraciones que afectan a las napas que la gente utiliza cotidianamente. Distintas cartas de lectores, denuncias y fotos exponiendo la situación han circulado por los medios y redes sociales. También se presentó un amparo judicial. "Seguimos esperando, con muchas ansias, respuestas concretas a las tantas promesas de soluciones para la grave situación medioambiental en la que nos vemos obligados a vivir diariamente", acusó recientemente Hugo Ariel Pino a través de Facebook. Por su parte, Horacio Julián, que hace años tiene hechas dos denuncias por la contaminación de su terreno a raíz de la filtración del agua servida, también advierte sobre la situación. "Hay contaminación en una vertiente, no hay cámara séptica, el cementerio está arriba del acuífero, no hay piletas decantadoras. Es lógico que van a haber filtraciones", disparó. El hombre afirma que hay estudios de la Universidad de Mendoza y el INTI que lo demuestran.

Por otro lado, la intendenta Soledad Martínez aseguró que "nunca en la historia de la ciudad hubo un indicio de contaminación". Además explicó que el agua tiene que escurrirse 200 metros, por lo cual "no hay ninguna posibilidad de que el agua llegue contaminada".

El único informe científico acerca de la situación del acuífero de Zapala, con resultados de público conocimiento, fue el realizado por la Universidad Nacional del Sur (UNS) en el 2002. En el mismo se advirtió que en un futuro podría haber problemas de contaminación. No está claro si ese futuro podría ser hoy, catorce años después, pero sí es claro en cuanto a la advertencia: asegura que las principales fuentes de contaminación son los dos canales de descargas. El informe recomienda el reemplazo del sistema de efluentes cloacales por uno que esté cerrado, tareas que fueron iniciadas en el 2003 pero que aún no están concluidas. El año pasado se firmó un acuerdo entre la UNS y la Municipalidad de Zapala para brindar datos actualizados que permitan cuantificar los recursos y las reservas del sistema hidrogeológico.


Una reserva vital para la ciudad

Neuquén
Se cree que los 14 millones de agua diarios que consumen los zapalinos para todas sus actividades cayó en la ciudad hace 120 o 150 años, en forma de lluvia o nieve procedente de la precordillera neuquina. Según se sabe, el líquido filtra un metro por año y escurrió sobre una superficie basáltica fisurada. Según los parámetros que indica el Código Alimentario Argentino, el agua del acuífero zapalino tiene características de agua mineral natural.

Si bien el acuífero tiene más años que la ciudad, los vecinos supieron de su existencia recién a principios del siglo XXI, a partir de un estudio que pudo dar cuenta de las características del agua. El acuífero abastece a una población de 35.500 habitantes, es un depósito natural que se ubica debajo de la ciudad y mide 35,5 kilómetros de largo por 15 kilómetros de ancho. Tiene una profundidad de 150 metros y el volumen total es de 35,3 km3.

La forma de extracción del agua es a través de varias perforaciones, luego es depositada en una cisterna donde es clorada para cumplir con normativas provinciales y así evitar contaminación durante el trayecto que recorre desde la cisterna hasta los ocho tanques de agua distribuidos en la ciudad, y de allí a las redes domiciliarias.

Una historia de daños ambientales
En 2007 y 2011: un vecino inició una demanda civil y una denuncia penal por la contaminación de su terreno, producida por la filtración de aguas servidas que desembocan en un terreno próximo al de su propiedad.
En 2010: los vecinos de la ciudad de Zapala denunciaron contaminación proveniente del basurero. Por ser a cielo abierto y no recibir ningún tipo de tratamiento, el típico viento de la zona arrastraba los residuos hacia el resto de la localidad. También denunciaron la intoxicación y muerte de los animales por consumir los deshechos que se encontraban allí.
En 2010: la comunidad zapalina se organizó en asamblea para frenar el intento de comercialización del agua mineral que abastece a la ciudad.
En 2012: el Concejo Deliberante aprobó la ordenanza que prohíbe vender agua del acuífero a empresas dedicadas a la producción hidrocarburífera y minera.
En 2013: los vecinos denunciaron el derrame de hidrocarburos en territorio de las comunidades mapuches de la zona provenientes de una multinacional dedicada a la extracción mineral.
Hace un mes: se conoció un fallo que sienta un precedente en materia de cuidado del medioambiente. La Justicia le dio la razón a un vecino que denunció la contaminación de su chacra por estar próxima a un criadero de chanchos.


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