Si usted cree que en las elecciones de la AFA hubo tongo, déjeme decirle que es un mal pensado.
Estos probos e inmaculados dirigentes fueron traicionados por unos pegajosos papelitos.
¿Entiende ahora? Estos muchachos probos e inmaculados jamás tuvieron que contar votos ni hasta 10 y fueron traicionados por unos pegajosos papelitos. Sabe D10S cómo hacen estos dirigentes a los que 38+38 les da 75 para repartir los 1800 millones de pesos que les damos gentilmente cada año a cambio del Fútbol para Todos. Pero no importa. Los balances siempre cierran perfectos y no hay un solo club con números en rojo en todas las divisiones. Igual, quédese tranquilo. Que esto se arregla a más tardar en un mes, y vamos a festejar con sidra y pan dulce que la AFA siga siendo lo que es. Pase lo que pase, todo andará tan bien como hasta ahora. Gane Luis Segura, el heredero de don Julio -un tipo tan superior al resto que hasta se fue de gira justito antes de que empezaran a caer en prisión todos sus socios-, o Marcelo Tinelli, amigo de Grondona y de todo aquel que ostente una mínima cuota de poder, usted va a poder seguir sintiéndose orgulloso de este deporte que tanto lo apasiona y sepa que nadie, nunca, mientras esta gente continúe ahí, manchará la pelota.
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