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La Mañana

Parecía la nueva "partícula de Dios", terminó siendo un fiasco

Se presumía una megarrevolución física, pero por ahora está lejos.

El Modelo Estándar de la Física explica casi todo el comportamiento de la materia, pero no todo. Aún no ha podido explicar el misterio de la materia oscura, una porción del Universo cuya existencia se deduce por sus efectos gravitatorios pero que jamás se ha podido detectar, y tampoco ha podido explicar qué es la gravedad en el mundo de lo más pequeño, la mecánica cuántica.

Por eso hubo tanta expectación cuando en diciembre de 2015 se presentaron los indicios de lo que parecía ser el descubrimiento de una nueva partícula: un “bosón pesado”, masivo y capaz de apoyar la teoría de la supersimetría. Sin embargo, todo se derrumbó y lo que pintaba para ser un gran descubrimiento resultó no ser más que ruido estadístico.

“No hay un exceso significativamente estadístico en los datos de 2016”, dijo Bruno Lenzi, investigador del CERN. Lo que significa que la fluctuación detectada en 2015 y que se pensó que podría tratarse de una nueva partícula no ha sido confirmada por los datos obtenidos en 2016. Aquello no fue más que una fluctuación estadística, de modo que la física tendrá que conformarse de momento con su Modelo Estándar. Estas conclusiones fueron presentadas por investigadores de ATLAS y CMS, dos experimentos independientes del Gran Colisionador de Hadrones (LHC), un túnel de 27 kilómetros de anillo capaz de acelerar partículas a altas velocidades para observar los efectos de sus choques. En esta ocasión, y a diferencia de diciembre de 2015, la cantidad de datos era cinco veces superior y por tanto los resultados eran más sólidos. Por desgracia, negativos.

El resultado fue decepcionante aunque no del todo inesperado. En diciembre, la fortaleza estadística de los indicios era baja, estaba en el nivel de significación sigma 2,1, lejos del nivel 5 que se le reserva a los descubrimientos. Pero aún así, tanto ATLAS como CMS detectaron la señal. Esto hacía a la fluctuación un fenómeno bastante sospechoso. En un principio, las fluctuaciones estadísticas y los descubrimientos tienen el mismo aspecto, así que “debemos esperar que este ciclo se repita muchas veces en el futuro”, dijo Don Lincoln, físico en el Laboratorio del Acelerador Nacional Fermi, EE.UU.

En los últimos 40 años ningún descubrimiento ha tirado por tierra el Modelo Estándar, pero desde junio de 2015 el LHC está operando cerca de su máxima potencia, lo que podría facilitar que la máquina pudiera revolucionar la física que conocemos. Sin contar con la puesta en marcha de aceleradores mucho más potentes en un futuro próximo.

Más tarde o más temprano, alguna de estas anomalías detectadas sobrevivirá a los controles y entonces, de repente, todo cambiará. Aunque, por el momento y quién sabe por cuánto, habrá que seguir esperando algo mejor.

¿Post big bang?

Gran colisionador de hadrones (LHC)

Hace nueve meses, el LHC -acelerador más poderoso del mundo- hizo colisionar núcleos de plomo a una energía jamás conseguida hasta el momento. Cabe resaltar que no es lo mismo acelerar una partícula individual que un núcleo atómico complejo, como lo es el de plomo.

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