Sobrevivir a los excesos de las fiestas es posible
Después de comer y beber "hasta reventar", el cuerpo pide una tregua. ¿Cómo hacer?
Es necesario dar un reposo digestivo y metabólico al hígado, páncreas y estómago.
Consiste en desayunar alguna infusión y un jugo que puede ser reemplazado por una fruta. Durante el día se recomienda tomar cerca de dos litros de caldo de verduras, hecho especialmente con puerro, apio y alcaucil, por su poder diurético.
10.000 calorías se pueden llegar a consumir sólo en la cena de Navidad y en Año Nuevo.
Tanto en el almuerzo como en la cena se puede comer un puré de esas mismas verduras acompañado por hidratos de carbono, como puede ser arroz o pastas únicamente hervidas. De postre se puede elegir entre un lácteo o una fruta.
Se trata de una ingesta que ronda las 500 calorías, que se recomienda hacer sólo un día o dos, y con la que se consigue dar un reposo digestivo y metabólico al hígado, páncreas y estómago.
Además, esta dieta permite rehidratarse tras la pérdida de líquidos que se produce durante estos días. Es que los menús navideños son ricos en proteínas y en sal, lo que provoca una retención de líquidos.
Para esos casos, el jugo de pomelo o ananá funciona como excelente diurético y aporta vitamina C. También ayuda beber infusiones como la cola de caballo.
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