Tiraron abajo la casa de los falsos Bin Laden
Pese a que los echaron, aseguran que siguen viviendo en Centenario.
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Graciela explicó que la mujer pidió expresamente que lo hicieran sus hijos y dos hombres más, porque no quería a todos los vecinos en el lugar.
Tres: son los integrantes de la banda Los Carrasquitos: el Gordo, el Taka y el Pelado.
La mujer relató que en ese momento personal policial realizó un cordón de seguridad para prevenir disturbios, y aseguró que los vecinos no intervinieron.
Enojada, la esposa de Soto resaltó que el jefe de la Comisaría Quinta, el comisario Jorge Riffo, "se lava las manos" y advirtió que "siempre está del lado de los delincuentes".
En este sentido, Graciela detalló que tiene miedo tanto de los supuestos Bin Laden como de Los Carrasquitos, ya que desde el jueves por la mañana le sacaron el móvil policial que estaba apostado frente a su casa.
"Se supone que ahora la Policía vigila la zona, pero yo no los veo pasar", aseguró la mujer.
En referencia a Los Carrasquitos, Graciela sentenció que "siguen jodiendo" y que ayer mismo la insultaron.
Además, la mujer explicó que aunque desde la Policía lo desmientan, los falsos Bin Laden se fueron al barrio Sarmiento de Centenario. "Ahora hay más chorros que antes", concluyó Graciela, indignada.
El hombre apuñalado se recupera favorablemente
"Él está triste, se le llenan los ojos de lágrimas, aunque no tiene miedo", precisó Graciela sobre su marido, Patricio Soto, el hombre de 56 años apuñalado el 15 de mayo, a manos de un falso Bin Laden. La mujer explicó que mañana su esposo será sometido a una resonancia, para determinar el estado de los órganos afectados por la herida, y detalló que aún desconocen cuándo le darán el alta médica.
"Está bastante bien, el sábado estuvo muy dolorido y casi le agarra fiebre", afirmó Graciela, y explicó que actualmente se encuentra en la terapia intermedia del hospital Castro Rendón, con muchas ganas de volver a su casa.
Con respecto al presunto agresor, la mujer aseguró que ya fue identificado y que se trataría de uno de los falsos Bin Laden. El joven tiene 19 años y sería la pareja de una mujer de 30 que vivía en la casa que fue derribada el viernes por la tarde.
Luego de que Patricio Soto fuera apuñalado, los vecinos quisieron linchar a los falsos Bin Laden el 17 de mayo y el 20 lograron demoler la casa.
Los Carrasquitos siembran temor en Villa Obreracentenario
"Se roban todo lo que pueden vender, hasta las mangueras de las casas". Así definen los vecinos de Villa Obrera a Los Carrasquitos, tres hermanos unidos por la delincuencia.
Según las personas del barrio, su propia madre los calificó como "una manga de rastreros".
Con sólo 23, 20 y 19 años, el Pelado, el Taka y el Gordo arrasan con todo lo que encuentran a su paso, desde canillas y cadenitas hasta objetos de más valor.
La banda fue precisamente la que se encargó de acoger a los falsos Bin Laden en el lote que se encontraba pegado a su vivienda, antes de que fuera derrumbada, y de enfrentar con cuchillos a los vecinos el día que quisieron lincharlos.
Además, los vecinos relataron que desde la llegada de los Bin Laden truchos, Los Carrasquitos se volvieron imparables.
En este sentido, entre enojo y desconcierto, confesaron que hace unas semanas una mujer de 80 años salió a regar la vereda y uno de los delincuentes le robó la manguera, luego de "estar a los tirones" con la señora.
En otra ocasión, los vecinos recordaron haberlos visto vender cadenitas de oro, tras adjudicarlas como el botín de algún robo. "¿De dónde van a sacar cadenitas de oro estos?", infirió una mujer.
Las familias del sector coinciden en que Los Carrasquitos se pelean entre ellos, y que, no hace mucho tiempo, uno apuñaló a otro a raíz de un desacuerdo.
"La madre los trajo al mundo para no dejarlos tirados", expresó otra señora de la zona, y manifestó que no tienen ningún tipo de vergüenza.
Por otra parte, el hermano del medio, el Taka, es conocido en el barrio como "el rey de la plaza".
El 18 de mayo, Los Carrasquitos fueron detenidos tan sólo nueve horas, en el marco de la causa de Patricio Soto, apuñalado el 15. A las 7:30, la Unidad Especial de Servicios Policiales (Uespo) -que custodiaba el lugar- recibió la orden de ingresar a la casa de la calle Confluencia y detener a los delincuentes.
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