NEUQUÉN
A la Escuela 301, que está sobre la calle Argerich, a unos 100 metros de la curva de la Ruta 22, asisten unos 250 alumnos. El 95% de ellos son transportados en cuatro micros escolares por turno, al resto los acercan sus propios padres.
"Para nosotros es un problema, siempre y cuando no esté previsto en la obra original, el acceso a la escuela porque será más difícil de lo que ya es. Cuando estén las dos vías habilitadas, no se podrá cruzar como se hace ahora. De hecho, hoy ya es un peligro cruzarla", expresó el director del establecimiento, Milton Crisóstomo.
Advirtió que el inconveniente que se les presenta diariamente también lo van a tener todos los loteos que se desarrollen de aquí en adelante. "Los nuevos loteos no se van a detener, al contrario. El tema es que nunca estuvo pensado esto como una zona urbana", dijo y agregó: "Cuando se empezó a lotear, no se vislumbró designar áreas de espacios verdes, recreativos y escuelas. Todo lo que venga es parche y, en la medida en que sea parche, será un problema".
Sostuvo que atravesar la 22 a esa altura es toda una aventura. Los colectivos escolares que llevan alumnos a la escuela en dirección Senillosa-Plottier tienen que esperar varios minutos hasta asegurarse de que no haya peligro para cruzarla.
"Como mínimo, esperamos que tengamos una colectora o un acceso directo. Lo ideal sería un retome, pero ¿dónde se hará?", se preguntó y aclaró que si es cerca de Capex, el que lo haga deberá recorrer varios kilómetros de más.
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