Alberto sueña con la reelección en el desierto de lo real
El FdT no tiene candidatos frente a los altos niveles de desaprobación de la gestión. Pero de a poco se teje un sueño quijotesco ante la dispersión de JxC.
Faltan 10 meses y el gobierno nacional busca rearmar un resquebrajado Frente de Todos para reavivar el sueño de una victoria, luego de una gestión difícil, por momentos mala, una pandemia de por medio y los números de una macroeconomía que no generan entusiasmo.
La interna oficial es tan feroz como silenciosa y hasta ahora nadie puso la cara públicamente para levantar la bandera de la continuidad (o no) de un gobierno peronista de coalición. Pese a los niveles altos de desaprobación de su gestión, Alberto Fernández (69% negativo, según el informe de enero de la consultora Zuban-Córdoba), echó a rodar entre sus más cercanos el sueño de la reelección.
A pesar de que a muchos les parece “una locura”, el renunciamiento de ser candidata en 2023 por parte de la vicepresidenta Cristina Kirchner, abrió el juego del libre albedrío en el oficialismo, que juega a la dispersión de Juntos por el Cambio, y la fuga que hay hacia el espacio libertario de Javier Milei. El libertario es una joya preciada por está por verse en estos meses.
Alberto no es el único “presidenciable” dentro de gobierno nacional. Está el ministro de Economía, Sergio Massa, hoy un candidato puesto del establishment, por la muñeca que ha tenido para maniobrar la crisis en torno al dólar, de manera que la inflación vaya explotando de manera escalonada en una sociedad desencantada.
Además, está el jefe de Gabinete, Juan Manzur, un peronista ortodoxo que tuvo un rol clave al torcer el rumbo de un Titanic que iba directo a un iceberg mortal. Fue el encargado de encarrilar el tren oficialista en el peor momento del presidente y recomponer los lazos con Estados Unidos y el FMI.
Pero el tucumano, probablemente, regrese a su provincia como candidato a gobernador, donde tiene su base territorial y política. ¿Puede el gobierno tener tres candidatos a presidente sin que haya conflictos internos?
Esto es lo que ha señalado el gobernador del Chaco, Jorge Capitanich recientemente y que devela que el gobierno no puede hacer política con tantas aspiraciones dentro de un mismo gabinete. “Si el presidente va por la reelección, ningún dirigente del espacio debería competir”, dijo. ¿Habrá una única cara en el Frente de Todos o seguirán en primera plana los "tres tristes tigres"?
Cristina dice estar fuera de juego con la condena de la causa Vialidad. Pero es el sujeto político que aún convoca electoralmente, sin dispersiones de sus seguidores. El debate dentro del peronismo hace años, es la tensión generada por la aparición de un nuevo sujeto político: los "movimientos sociales", que le disputan el capital simbólico y la calle "los trabajadores".
Los sindicatos tienen la obligación de recomponer el salario de los sectores populares y corren detrás de la inflación. Y en el medio, aparece la ayuda social como catalizador de estos tiempos de crisis. A su vez, el mundo cambia y el mundo laboral se reconvierte, en un terreno árido donde los sindicatos cada vez son menos influyentes.
El gobierno aún no encarrila a sus electores, desencantados con una realidad que es un desierto, donde está todo por hacer.
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