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Arenas: El elemento vital de Vaca Muerta

Las empresas deben cubrir una demanda mensual de 300 mil toneladas para las etapas de fractura. La recuperación pospandemia, el aumento de la demanda en los últimos meses y la preparación para el Gasoducto Néstor Kirchner.

Las arenas silíceas son un elemento trascendental para la actividad de Vaca Muerta. Su uso está ligado a la completación de pozos en etapas de fractura y permite que la rueda de producción continúe girando.

La estatización de YPF marcó un antes y un después en el crecimiento de su demanda. El requerimiento se incrementó de manera exponencial y generó que se tenga que exportar desde China, Brasil y Estados Unidos. Allí, fue donde Chubut comenzó a posicionarse como el principal proveedor para Vaca Muerta. Sin embargo, Entre Ríos comenzó a quedarse con ese lugar a partir de 2016 gracias a la abundancia del recurso, las ventajas logísticas y el pago de un canon ínfimo.

El futuro es prometedor. El sector está firme y consolidado. El aumento en la actividad de Vaca Muerta permite proyectar un fuerte crecimiento en los próximos años y se presenta como una oportunidad para las empresas que están consolidadas como proveedoras de la industria.

“Hoy hay varias compañías con perfiles diversos que obtienen su materia prima de fuentes de calidad probada en Chubut y el Litoral. La mayor novedad es el ingreso de las arenas de cercanía producidas en la provincia de Rio Negro que requieren un proceso más complejo y costoso de lavado y clasificación, incluso algún blending con otras arenas de mayor calidad, pero su ubicación permitiría compensar esto con una eficiencia en el costo de transporte”, subrayó Juan Pablo Gozio, socio gerente en Emerald Resources en diálogo con +e.

“Las expectativas de crecimiento del mercado son tan estimulantes que estos incrementos de oferta podrán incorporarse al portfolio de compra de las operadoras y complementar los suministros actuales”, aseveró.

Según el informe del country manager de la empresa NCS Multistage, Luciano Fucello, Vaca Muerta cerró el primer semestre con 5.954 fracturas lo que representa un 23% más que en el mismo periodo de 2021 cuando se alcanzaron las 4.562 fracturas.

Pero el incremento también se puede ver si se toman los valores desde mayo de 2021 cuando se alcanzaron las 1.000 fracturas mensuales. Ese registro fue superado en noviembre de ese año cuando se realizaron 1.100 etapas. El último récord superado por Vaca Muerta se registró en mayo de este año bordeando las 1.200 fracturas. Esto lleva a que las proveedoras de arenas silíceas tengan que cubrir una demanda mensual de unas 300 mil toneladas (incluyendo los consumos de YPF).

“Argentina tiene una importante necesidad de suministro de gas y petróleo de producción local, y una tremenda oportunidad de convertirse nuevamente en exportador. A pesar de los problemas económicos, las operadoras mantienen sus planes de crecimiento en Vaca Muerta y la demanda de arena viene creciendo considerablemente. El mejor indicador para medir y proyectar esta demanda es el de las etapas de fractura que es función de la cantidad de pozos perforados y las etapas de realizadas por pozo, dato este último que viene mostrando un significativo crecimiento”, analizó Gozio.

Pero para llegar estos números, se tuvieron que atravesar diferentes circunstancias. La pandemia fue uno de los puntos más difíciles para el sector. Las restricciones generaron que no se realizaran etapas de fractura y que las empresas revean sus planes de actividad. Una vez atravesadas las complicaciones del COVID-19, Vaca Muerta volvió a dar muestras de su potencial.

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“En la pospandemia ocurrió que se empezaron a completar un montón de pozos que estaban perforados. Eso le dio un volumen de actividad de fracturas muy importante y abrió la puerta para alcanzar una producción récord. Ahora, es clave que se siga la cadena de perforación como de completación de pozos porque es una rueda que siempre se debe mantener girando”, afirmó Diego Manfio, VP Ejecutivo de Ingeniería Sima.

“Sin dudas la pandemia significó un duro golpe para el sector petrolero y, como consecuencia directa, para el arenero, como sucedió con toda la actividad industrial y comercial del país. Sin embargo, ya a partir del septiembre del 2020 la actividad tuvo una recuperación muy fuerte (en forma de V)”, destacó Gozio.

La actividad en aumento se tropieza con diferentes dificultades. La burocracia para importar insumos o repuestos va en contra de la necesidad de las empresas. Otro cuello de botella que preocupa es la falta de ductos para sacar y transportar los hidrocarburos. Este último genera coincidencia entre los diferentes actores de la industria y el pedido es acelerar las obras de infraestructura.

El Gasoducto Néstor Kirchner y el oleoducto de Oldelval son necesarios y deben ser ampliados para que las empresas puedan sacar los hidrocarburos. Pero hay que recordar que hasta el momento no habían sido necesarios. Eso es importante destacarlo porque este tipo de infraestructura se realizan cuando se necesitan”, aseveró Manfio y ejemplificó: “uno hace una habitación más en su casa cuando sabe que va a nacer su próximo hijo, no lo hacen antes”.

Proyectos que se estudian

Las arenas silíceas es un componente clave en las etapas de fractura de Vaca Muerta. Las primeras punciones determinaban contar con un tipo de arena especializada, pero el paso del tiempo permitió que las tareas se desarrollen con otro tipo de características.

Si bien en los últimos años se sustituyeron las importaciones por arenas naturales nacionales, es complejo abastecer con recursos locales el incremento de la demanda por las limitaciones en canteras y plantas de producción, la baja calidad de los recursos y dificultades logísticas.

La arena utilizada por la industria debe tener determinadas características de esfericidad y resistencia a las altas presiones de la formación geológica.

“La arena no se reemplazó con otra cosa. Al contrario, hay algunos componentes que se están estudiando para que la arena sea más fina que te abarataría los costos. La idea es tener una arena más fina en la punta de la fractura y eso ayudaría a no necesitar una más específica sino usar sin mayores determinaciones en el resto de la etapa de fractura”, aseveró Diego Manfio, VP Ejecutivo de Ingeniería Sima.

“Los ensayos se están haciendo en Vaca Muerta que todavía está en su curva de aprendizaje y no está desarrolló pleno como Estados Unidos”, destacó Manfio.

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