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Caso Báez Sosa: uno de los sobreseídos dijo que sintió "vergüenza"

Juan Pedro Guarino llegó a los tribunales y dijo que con su declaración buscará a ayuda a esclarecer lo sucedido la noche del crimen.

La tercera semana del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, ocurrido en enero de 2019 en Villa Gesell, comenzó con la declaración de los tres jóvenes que estuvieron con los ocho acusados la noche del asesinato.

Dos de ellos, Tomas Colazzo y Juan Pedro Guarino, declararon en la causa y señalaron a los rugbiers como los responsables de la golpiza mortal, mientras que un tercero, Alejo Milanesi, no compareció.

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La madre de uno de los acusados declaró en el juicio

María Paula Cinalli, madre de Blas Cinalli y tía de Luciano y Ciro Pertossi, declaró en el juicio por la muerte de Fernando Báez Sosa y dijo que su hijo era estudiante, deportista y amiguero. "Me vino con la propuesta de irse a Gesell. Fue la primera vez que no fui con él”, relató.

“Es una desgracia muy grande. No quiero pensar qué han pasado los padres del chico [por Fernando]. Pero nosotros también lo sentimos y los sufrimos”, dijo “Nos sigue afectando. Todo lo que se ha creado alrededor, seguimos sufriendo ataques”, agregó.

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Alejo Milanesi, el otro rugbier sobreseído, no declaró

El otro rugbier sobreseído de la causa por el asesinato de Fernando Báez Sosa, Alejo Milanesi, que iba a declarar este lunes, finalmente no hablará. La defensa y el particular damnificado desistieron de su testimonio.

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Un testigo niega que Fernando haya agredido a los rugbiers

“Era una pelea, había piñas, patadas. Vi cerca de mí a Máximo pegar. Bien no vi a quién, no estoy seguro”, siguió con su relato Colazzo, dijo que no vio reaccionar a Fernando cuando era golpeado afuera del boliche y señaló a "Máximo y a Ciro” como los que estaban agrediendo al joven.

“¿Era posible frenar el ataque?”, le preguntó Burlando, a lo que el testigo contestó: “Hice el intento, no quería que se peleen”.

“¿Viste que alguien agrediera a Thomsen?”, consultó el abogado y Colazzo dijo: “En ese momento, no”.

“¿Viste a Fernando agredir a alguien?”, preguntó Burlando. La respuesta fue: “No”. Por último, consultado sobre qué opinión tenía de los acusados dijo: “Para mí son buenos chicos, pero no tiene que ver con el suceso”.

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"Veo a alguien en el piso"

El segundo testigo de la jornada, Tomás Colazzo, señalado como el acusado número 11, dijo que organizó la salida al boliche Le Brique, donde se originó la pelea mortal con Báez Sosa. “Llega un momento en que Luciano tiene un inconveniente con una persona. Tiene una discusión, hay empujones, se agarren, se caen al piso. Se hizo una ronda en el piso, los de seguridad los separan a ambos, a Luciano y a la otra persona”, contó.

Recuerdo una discusión, al no estar tan cerca no se por qué. Caen al piso los dos agarrados, creo que no hubo piñas. Interviene seguridad y los saca del boliche”, explicó.

“Trato de salir detrás de Luciano, pero al haber tanta gente no pude salir detrás de él. Cuando salgo y giro vuelvo a ver a Luciano agarrándose con esta persona con la que había tenido el conflicto adentro. La policía interviene y lo separa", sostuvo el joven.

“Cruzo para ver a los otros chicos, cuando cruzo, fue muy rápido, segundos, miró se había iniciado otra pelea. Al ver que se había iniciado una pelea, me acerco y me muevo en una forma de medialuna, me quedó parando mirando para todos lados. Recuerdo a Máximo, Ciro, escuché gritos. Veo a alguien en el piso, le pongo el brazo a Máximo en el pecho y le tiró para atrás con la intención de que no se pelee. Me mira y ve que era yo, no puedo recordar si continuó o finalizó”, añadió.

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"Todavía no lo puedo creer"

"Yo vine a ayudar", dijo Juan Pedro Guarino, luego de reconocer a los acusados en los videos y pedir no ver más imágenes.

"Seguí juntándome con mi grupo de amigos habitual, ellos saben cómo soy yo y dentro de todo esto, perdón, para mí una mierda, fui a la psicóloga, me cambié de carrera", expresó ante una pregunta del defensor de los rugbiers, Hugo Tomei.

"Todavía no lo puedo creer", dijo Guarino. Además, agregó: "No con todos (los acusados) tenía una amistad íntima" y aclaró que era amigo de Luciano y Ciro Pertossi, que Blas Cinalli era amigo del colegio y que a Máximo Thomsen lo conocía de rugby.

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"Estaba muy enojado", describió sobre el momento en el que regresó a la casa de Villa Gesell tras el ataque cometido en la puerta de "Le Brique".

"Intenté cortar todo tipo de relación. Los días los tenía que pasar igual con ellos. Pude cortar cuando salí", manifestó sobre su relación con los acusados.

"Sigo teniendo tristeza, enojo, dolor, no puedo creerlo", añadió.

"Vi a Máximo (Thomsen) al lado de un chico tirado. Me imaginé que se estaban peleando de vuelta, y ya cansado, me fui. Porque habíamos ido de vacaciones a pasarla bien. Ellos ya se habían peleado en otras ocasiones", afirmó el joven.
"Quiero expresar mis condolencias a la familia, que nunca pude hacerlo" (...) "todos los días desde que pasó me pregunto si podría haber hecho algo para que no pasara", indicó en otra parte del relato.
En tanto, al salir de los tribunales tras declarar y cuando la prensa le preguntó si fue difícil para él identificar a quienes eran sus amigos en un video, dijo: "No, quiero que se hagan cargo de lo que hicieron. La verdadera Justica es que Fernando vuelva y gracias a ellos no va a ser posible".

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"Sentí hasta vergüenza, me da mucho dolor", declaró Guarino en el juicio por el crimen de Fernando

Juan Pedro Guarino, uno de los dos jóvenes que fueron imputados y luego sobreseídos en la investigación por el crimen de Fernando Báez Sosa, ocurrido el 18 de enero de 2020 en la localidad balnearia de Villa Gesell, aseguró hoy que sintió "hasta vergüenza" tras la agresión de sus amigos al joven, y agregó al declarar como testigo en el marco del juicio que enfrentan sus ocho amigos por el ataque que cuando vio a "Máximo Thomsen al lado de un chico tirado" supuso que "se estaban peleando de vuelta".

"Vi a Máximo al lado de un chico tirado. Me imaginé que se estaban peleando de vuelta, y ya cansado, me fui. Porque habíamos ido de vacaciones a pasarla bien. Ellos ya se habían peleado en otras ocasiones", señaló Guarino, ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de la ciudad de Dolores, y agregó: "Sentí mucha vergüenza, me da mucho dolor".

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"Los sobreseídos no pueden ser imputados"

El fiscal que investiga la muerte de Fernando Báez Sosa, Juan Manuel Dávila, dijo que Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi ya no pueden ser imputados por este crimen.
“Un sobreseimiento tiene efecto de cosa juzgada”, explicó en la previa de la declaración de los dos jóvenes que viajaron junto a los rugbiers a Villa Gesell.
“No se ha desprendido de la causa que estuvieran activamente en el ataque. Un sobreseimiento tiene efecto de cosa juzgada, por el mismo hecho no pueden ser imputados”, agregó.

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Alejo Milanesi también pidió justicia

El otro joven que integraba el grupo de los rugbiers que viajaron a Villa Gesell llegó a tribunales y dijo que declarará "para que se haga justicia a la justicia".

Otro testigo clave de la jornada será Tomás Ítalo Colazzo, amigo de los imputados y quien fue señalado como "sospechoso número 11" por el abogado Fernando Burlando, quien representa a los padres de Báez Sosa como particulares damnificados.

"En el caso de Colazzo, también es una situación compleja, por las mismas razones que los dos jóvenes que fueron sobreseídos, a las que se suma que él nunca fue parte de la causa, nunca brindó declaración ni fue interrogado o intervino en el marco de una actuación judicial que puede ser exigente emocionalmente", explicó a Télam el vocero judicial.

La lista de testigos incluye a Santino Franco Massagli, José Aníbal Leguiza y Juan Ignacio Neme Correa, tres amigos de Blas Cinalli, uno de los ocho imputados, con quienes intercambió mensajes escritos y de audio por la aplicación WhtasApp tras el hecho, entre ellos.

Por último, declararán bajo juramento de decir la verdad ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 las madres de Máximo Thomsen y de Blas Cinalli.

Rosalía Zárate, madre de Thomsen, quien era funcionaria de la Municipalidad de Zárate y que renunció tras la imputación de su hijo, será el primer familiar de un imputado en declarar como testigo.

En tanto, María Paula Cinalli, madre de Blas Cinalli y tía de Luciano y Ciro Pertossi, será la otra madre en sentarse frente a los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari.

Los ocho imputados -Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano, Ciro (22) y Lucas Pertossi (23)- también estarán presentes, al igual que desde la apertura del debate oral.

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