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La Mañana porteros

Cada mañana, los porteros encuentran "de todo" en el patio de la escuela 59

Aseguran que cada día tienen que sacar desde preservativos hasta pastillas del lugar, antes de que lleguen los niños.

Los maestros y porteros de la escuela 59 de Centenario denunciaron que es habitual el ingreso de delincuentes y otras personas ajenas a la institución por las noches debido a que hay agujeros en el cierre perimetral. Lo hicieron ante las autoridades del Consejo Provincial de Educación que visitaron la escuela después de que dos porteros fueran encañonados por delincuentes que pretendían usar el establecimiento como aguantadero.

El director del establecimiento educativo, Julián San Martín, explicó que están rotas las rejas de la escuela y esa situación es aprovechada por gente de afuera para ingresar.

“Recibimos apoyo de de ATE y ATEN, hicimos los pedidos correspondientes, que ya los habíamos hechos antes, pero no sabíamos si el arreglo lo tenía que hacer el municipio o la provincia ya que implica una erogación de dinero importante”, explicó en declaraciones radiales el director.

Frente a las consultas por los hechos de inseguridad devenidos de las condiciones en que se encuentran los cercos y rejas, San Martín sostuvo que “la idea es siempre tener clases normales”. Sin embargo, destacó que nunca se le ha restado importancia al reclamo por mayor seguridad para las instalaciones. Además, sostuvo que pedirán que el guardia de seguridad preste servicio entre las 19 y las 7 de la mañana.

Por su parte, Javier Berra, uno de los porteros presentes al momento en que amenazaron a una de sus compañeras con armas de fuego, contó que hace 24 años trabaja en la escuela 59 y conoce a la mayoría de los chicos del barrio.

El hombre relató cómo es la situación con la que se encuentran casi todos los días cuando llegan al trabajo. “Ese día dije: ‘no voy a salir a poner la bandera porque hay unos muchachos que están fumando’. Pero cuando volví pude ver que a otra compañera parecía que le estaban pegando. Nos tenían apuntados y les pedían mis compañeros 'váyanse', nunca me había pasado que me apunten con un arma, eran pibitos yo creo que entre 13 y 17 o 18 años” sostuvo.

No obstante, las situaciones de violencia no mermaron, sino por el contrario continúan sucediéndose. “Anoche prendieron fuego una cubierta en el mismo lugar donde estaban el otro día. Encontramos preservativos, cigarrillos, pastillas y bebidas, siempre vamos a la mañana y sacamos las cosas porque los chicos pueden agarrarlos con las manos. Todos los días sacamos botellas y cajas de vino, la otra vez pusimos una mesa afuera y vinimos y estaban rotas” concluyó.

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