El clima en Neuquén

icon
23° Temp
40% Hum
La Mañana

¿Con qué se enloquecen nuestros gatos y perros?

Mudanzas, celos y sobreprotección, entre las principales causas.

Tanto los perros como los gatos sufren de estrés, pese a que las causas en unos y otros son distintas. Cambiar de casa, una mudanza, es lo que más altera a los gatos, cuyo nerviosismo puede detectarse en “un exceso de lamido, que puede llegar a provocar heridas, o usar el rascador más de lo normal en lugares no habituales y hasta la aparición de calvas o eccemas”, según la veterinaria Sandra Nieto, supervisora de centros veterinarios Sanitos de Kiwoko, España. En el caso de los perros, lo que más los afecta es su trato y ambiente social.

Los desajustes en la conducta de un gato estresado también pueden afectar al uso inadecuado que hace de su arenero. “Orinar o defecar fuera de su bandeja, aunque la arena esté limpia y alejada de la comida, es una forma de llamar la atención y de expresarse”, informa la veterinaria. En el caso de los gatos, la procesión va por dentro. “Son animales que se estresan con mucha facilidad, aunque pensemos que llevan una vida tranquila y sin sobresaltos, porque los vemos dormitando en el sofá”, explica Nieto. El tema es que los gatos tienden a disimular sus debilidades, entre ellas, estar alterados o nerviosos, por ello es más complicado detectar sus problemas psicológicos y acuden menos al veterinario.

Hasta los celos pueden ser otras de las causas habituales de alteraciones de comportamiento felino, que se puede manifestar en agresiones a miembros de la familia.

¿Y los perros?, ¿qué los desequilibra? Las causas que les provocan problemas psicológicos son vivencias traumáticas (abandono o malos tratos), así como humanizarlos, sobreprotegerlos o aislarlos, lo que puede provocarles alteraciones de comportamiento como agresividad, ladridos compulsivos, automutilación, nerviosismo y movimientos repetitivos, como perseguirse la cola o girar sobre sí mismos.

Los tratamientos que se recomiendan, según la veterinaria Ana Cameno, son “intentar disminuir el estrés, evitar castigos por parte de los dueños, fomentar la actividad física y, en algunos casos, el tratamiento farmacológico que prescribirá el veterinario”. En el caso de los gatos, cuyo estrés suele desaparecer rápidamente, son claves la paciencia y hasta la compañía de otro gato.

Epilepsia en perros: Uno de cinco puede sufrirla, en casos graves. El 40% tiene orígenes genéticos.

Todo Lo que puede generarles estrés

Por Sergio Gómez (veterinario)

Hay miles de factores que provocan estrés en nuestras mascotas, lo clave es saber cuándo entran en esa situación. A todas las mascotas les genera nerviosismo ir a un consultorio veterinario; igual que a los perros grandes cuando, por ejemplo, entra un integrante nuevo a la familia (tanto un cachorro como una persona). También, si no están acostumbrados, que se los ate a un poste o que utilicen con ellos correas de ahorque. El mismo estrés pueden generar la pirotecnia o los fuegos artificiales y, más todavía: las guarderías caninas. También, los baños en las peluquería o sólo el agua, si es que lo querés mojar y el animal no quiere. Retarlo permanentemente o gritarles (lo que les hace poner las orejas hacia atrás y agachar la cabeza) es otro motivo de estrés. A las mascotas hay que acostumbrarlas también a ir al veterinario y, al igual que con los seres humanos, no obligarlas a hacer algo que no quieren.

Lo más leído

Dejá tu comentario