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La Mañana Boca

Cumple 95, toma fernet y whisky, viaja a ver a Boca y quiere conocer a Chiquito Romero

Poco le importan los 1100 km en colectivo y el problema en la vista; Doña María es un canto a la vida. El viernes sopla las velitas y el domingo la abuela cipoleña estará en la cancha. "Boquita es mi corazón", dice. Su historia rodeada de "gallinas" y su increíble espíritu.

“Pasa que ayer trasnoché, por eso me levanté un poquito más tarde. Es que estoy ansiosa de la emoción, me cuesta dormir. Y, además, un traguito de whisky o de fernet no se le niega a nadie. ¿Cuál me gusta más? Las dos cosas por igual jaja…”. María Valenzuela es un canto a la vida y con su picardía y espíritu admirable no para de reírse el rato que dura el contacto con LM Cipolletti. Transmite buenas vibras e inspira ternura esta hermosa señora fana de Boca.

Se viene un finde de fuertes emociones para la abuela cipoleña que derrocha lucidez y es muy querida en el mundo azul y oro: el viernes cumple 95 años y el domingo viajará a La Bombonera para alentar a su amado Xeneize. No hay dos sin tres para ella, que ya conoce el templo sagrado pero esta vez viajará con el sueño de sacarse una foto con dos figuras del actual plantel.

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Todo el cotillón de la abuela boquense en su casa cipoleña.

Todo el cotillón de la abuela boquense en su casa cipoleña.

“Con el Chiquito Romero y con el técnico, el Negro Ibarra. Si se puede con todos los jugadores mejor pero no quiero generar molestias ni falsas expectativas. Antes amaba a Carlitos Tevez pero no está más. Y Riquelme es Dios. A Romero le dicen Chiquito pero mide como 2 metros”, señala y larga otra carcajada, de las que abundan en la nota.

Nació en el norte neuquino y a los 20 ya vivía en Cipolletti, su lugar en el mundo (“el otro es la cancha de Boca”). “La vez pasada volví a Huinganco y quería ver a mis ex novios pero claro, quedaba uno sólo y está peor que yo… También cumplió 100 años la escuelita y mi ilusión era reencontrarme con mis compañeritas, pero mi hija me ubicó en el tiempo ‘ay mamá, se murieron todos ya”, bromea, fiel a su estilo, hasta con la muerte.

Toca el redoblante de cancha que guarda en su casa para la producción de fotos. Y despliega su trapo que reza “no seremos los únicos pero sí los más grandes”.

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María e Irish, madre e hija, una dupla inseparable. Admiración mutua.

María e Irish, madre e hija, una dupla inseparable. Admiración mutua.

Irish, una de sus cinco descendientes, es la cómplice de todas sus ocurrencias, su fiel compañía. La que también se sorprende cada día del temple y la vigencia de su mamá, quien al mal tiempo siempre le puso buena cara. “Mirá que tuvo muchos golpes. Se crió sin madre, se le murió una hija, una nieta y acá la ves. Yo disfruto a su lado, me enseña a vivir, es espectacular, creo que la vi llorar una sola vez”, llena de elogios a la persona que la educó a puro amor, la que tiene ¡seis hijos, 20 nietos, 27 bisnietos y 1 tataranieta!

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María en familia. Tiene 6 hijos, 20 nietos, 27 bisnietos y 1 tataranieta.

María en familia. Tiene 6 hijos, 20 nietos, 27 bisnietos y 1 tataranieta.

Y pensar que, en otra de sus andanzas, Doña María se hizo de Boca cuando falleció su marido, fana de… River. “Eso fue hará más de 20 años. Mi viejito, que en paz descanse, se ponía cargoso con River y yo al final le salí de Boca… Mis nietos son de River, mi yerno me llevó a conocer La Bombonera siendo de… River. Pero bueno, ellos me entienden, tengo una pasión inexplicable”, señala la mujer que trabajo en la Toddy y también fue maestranza en el banco que funcionaba en la esquina de España y Roca -hoy Megatone-.

“La primera vez que mi marido Mario la llevó se le caían las lágrimas cuando agarró las réplicas de los trofeos en los museos y entró a la cancha. Pensó que le iba a hacer mal. Después al cumplir 90 los chicos de la peña de Cipo la invitaron. Son divinos, no sabés cómo la cuidan en el viaje, paran en las estaciones de servicio especialmente para que ella baje al baño, etc. Le ofrecimos ir en avión pero no quiere, ‘yo amo a esa gente, voy con ellos o nada’ contesta”, explica Irish.

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Con bombo y todo. El aguante de Doña María, a quien le corre la pasión azul y oro por las venas.

Con bombo y todo. El aguante de Doña María, a quien le corre la pasión azul y oro por las venas.

¿Qué significa Boca en mi vida? “¡Ayyyy Boca!, es mi corazón, ¡mi Boquita! Lloro y me pongo nerviosa por Boca, me ocultan cuando juega las finales por temor”, revela la protagonista de esta historia de pasión en una demostración de amor increíble.

Hace poco la operaron de la vista, de un ojo casi no visualiza y del otro ve nublado. Pero eso tampoco será impedimento para animarse a la aventura de trasladarse a Buenos Aires a alentar al actual campeón del fútbol argentino

“Canta la hinchada y me pongo a bailar. 'Otra, otra vuelta Boca...' (tararea un hit tribunero de la 12). En verdad es innato en mí, donde escucho música me descadero. En el Chocón, el otro día, metí un baile paso doble con un gordito re bueno…”, recuerda, con total desparpajo, la simpática anécdota.

Así es María. Quien se despide con una indicación que lleva su sello: “La más grande viaja a ver al más grande, poné eso querido…”

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Hasta las uñas con los colores del xeneize. El de María, un fanatismo increíble.

Hasta las uñas con los colores del xeneize. El de María, un fanatismo increíble.

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