Dos cubanos volaron en ala delta para escapar a Estados Unidos y fueron detenidos
Los inmigrantes aterrizaron en Cayo Hueso, a unos 160 kilómetros de la isla. El vuelo duró unas dos horas.
La historia de los cubanos que quieren escapar de su país a cualquier costo, aun arriesgando su vida, se repite días tras día. En esta oportunidad dos cubanos aterrizaron en los cayos de Florida en un ala delta con motor, en un raro caso de huida por aire rumbo a los Estados Unidos.
Los dos jóvenes llegaron a Cayo Hueso el sábado desde la provincia de La Habana y ahora se arriesgan a ser deportados. Fueron identificados como David López Alfonso e Ismael Hernández Chirino.
Laura Hernández Chirino, hermana de Ismael, dijo a la prensa que las familias de ambos no sabían lo que estaban planeando y pidió a las autoridades estadounidenses que no los devuelvan a Cuba.
Cómo fue la llegada
El ala delta motorizada con los dos cubanos aterrizó sin problemas el sábado por la mañana en el Aeropuerto Internacional de Cayo Hueso, una de las islas más al sur de los Cayos de Florida, a menos de 160 km de Cuba.
Los dos cubanos fueron detenidos apenas pusieron un pie en territorio de Estados Unidos al cabo de un vuelo de menos de dos horas. Fueron puestos a disposición de la Patrulla Fronteriza.
“Ellos hacían vuelos comerciales para el turismo y con algunos cubanos que podían pagarlo”, dijo Laura Hernández Chirino.
La joven advirtió que “si a ellos los regresan (a la isla) el problema que se van a buscar no tiene palabra, no se compara con nada. El problema que se van a buscar va a ser gigantesco, no van a poder ser nadie más nunca en su vida”, dijo.
La Patrulla Fronteriza se limitó a informar en sus redes de la detención de los migrantes sin dar detalles y agradeció la colaboración de la Oficina del Alguacil de Monroe.
Las llegadas de balseros
Por su proximidad a Cuba, la turística isla de Cayo Hueso, como el resto de los Cayos de Florida, es el destino de muchas de las rudimentarias embarcaciones a bordo de las cuales los cubanos dejan su país, pero las llegadas por aire no son habituales.
En octubre de 2002 un piloto cubano a bordo de una antigua avioneta monomotor Antonov, de fabricación rusa, aterrizó en el Aeropuerto de Entrenamiento y Transición Dade-Collier, ubicado en medio del inmenso humedal de los Everglades.
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