El adiós a Carlitos Balá: la última vez que Neuquén supo que gusto tiene la sal
Su última visita a Neuquén fue en 2007 cuando junto al payaso cordobés Piñón Fijo se presentó en el Club Independiente.
Carlitos Balá recorrió el país y el exterior varias veces. A Neuquén llegó muchas veces con su bolsa de alegría a divertir a las niñas y niños de sur argentino. Paso por lugares iconográficos de la ciudad capital como el Club Pacifico o el Club Independiente.
Si viajáramos en La Carrindanga cual auto de Volver al Futuro nos tendríamos que ir hasta la decana del ’50, antes de su salto a la fama. Allí Carlitos Balá subía a los colectivos en su barrio de Chacharita donde vivía.
Su amistad con los colectiveros de la línea 39, donde hoy su terminal tiene un mármol con la figura del maestro de la risa, allí Balá se divertía contando chistes al colectivero y a los pasajeros. Pero un buen día, subieron dos hombres y lo agarraron uno de cada brazo. Asustado, el hombre del flequillo preguntó –un tanto atemorizado- adonde lo llevaban. «Somos enfermeros del Vieytes y estás totalmente piantado», le contestaron. Fue allí cuando intermedió el chofer que les explicó que era un joven que siempre se subía para contar chistes. «Te felicito pibe, lo haces mejor que los locos», le dijo uno de los enfermeros mientras le pedía disculpas.
Carlitos Balá continúo con aquella costumbre, entre otras tantas payasadas como el solía decir para combatir su timidez. En varios reportajes aseguró: "Soy un afortunado de todo lo que me dio la vida. Si no actúo en un club o en un teatro, lo hago en la calle. Me hago el payaso en el colectivo, le firmo un autógrafo al chofer o le cuento un chiste al taxímetro". Y así se lo pudo ver hasta este mismo año. Si lo encontrabas en verano en su querida Mar del Plata donde tenía un departamento que miraba a la zona de la rambla donde por años supo tener su carpa de circo llenando de chicos para dejar sus chupetes años tras años.
Su última visita a Neuquén fue en 2007 cuando junto al payaso cordobés Piñón Fijo se presentó en el Club Independiente. Tanta fue la expectativa que generaron ambos artistas que aquí siempre llegaban de la mano de los discos, los cassette, la tele y en su último tiempo por la web, las entradas que se vendían en el local comercial de Saturno Hogar volaron en pocas horas, ticket que oscilan entre los 25 y los 45 pesos. Un precio que hoy parece un chiste del propio Carlitos “¡Pero ves que no se le puede dar confianza! - Zazaza zazaza”.
Tuvo su salto a la fama en la década 60 con programas de humor con grupos de grandes capos cómicos. Su nombre real era Carlos Salim Balaá quien nació el 13 de agosto de 1925 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y entretuvo a niños, adolescentes y adultos con sus diversas presentaciones en radio, televisión, cine, teatro y circo.
En 1958 integró el famoso trío cómico Balá, (Jorge) Marchesini, (Alberto) Locati. Presentado por Antonio Carrizo en Radio El Mundo, el grupo tuvo gran popularidad hasta 1960.
Su carrera individual se afirmó con gran solidez en los medios y, entre quienes escribieron para, se encuentran Gerardo Sofovich (Balamicina), Abel Santa Cruz (El soldado Balá), Aldo Cammarota (El flequillo de Balá), Juan Carlos Mesa, Basurto y Garaycochea (El clan Balá). Además, hizo Balabasadas en el programa Sábados Circulares de Nicolás Mancera y tuvo su propio circo (El circo mágico de Carlitos Balá).
Mientras tanto, comenzó su filmografía y, a partir de Canuto Cañete, conscripto del siete, que tuvo diferentes versiones, participó en 18 películas: El tío disparate, Esto es alegría, Qué linda es mi familia, Somos los mejores, Las locuras del profesor, y Cosa de locos, entre otras.
En la pantalla chica tuvo programas como Balamicina, Balabasadas, El soldado Balá, El clan de Balá, El flequillo de Balá, El show de Carlitos Balá, El circus show de Carlitos Balá, El circo de Carlitos Balá y A jugar con Teddy y Carlitos Balá, mientras que además participó del programa infantil de Panam con quien realizó sus últimas presentaciones en la costa argentina.
Una de sus últimas apariciones en televisión fue en Showmatch (El Trece), cuando recibió un sentido homenaje de Jey Mammon en el Bailando 2017 y, a lo largo de su carrera recibió toda clase de homenajes. En 2016, a los 91 años, visitó al Papa Francisco en el Vaticano y fue declarado “Embajador de Paz”. Lamentablemente los últimos años la pandemia y el OCVID por su edad lo alejo de su público ya no caminaba las calles de su barrio como solía hacer divirtiendo a todos aquellos que se le acercaban para pedir un beso o un sumbudrule que nunca negó. Tan gran artista fue que en su casa guardaba todos los dibujos que los niños le entregaban. Bien podemos decir que más de cuatro generaciones están despidiendo al cartero del amor infantil. Se nos fue le hermano mayor, el tío divertido, el papa cariñoso que a veces muchos no tenían.
Sus enormes años de predominio televisivo dejaron huella en varias generaciones. Incluso hasta cuando la televisión cambio y ya no hubo tiempo ni espacio para su humor sencillo y cariñoso el nunca se resignó. Entre sus actuaciones callejeras y El Circo de Balá continuó haciendo lo que más le gustaba.
Una vez que pude charlar con él en esa inmensidad de las mañanas frente al mar en Mar del Plata, después de una ronda de prensa para promocionar su carpa de circo, Bala ya había entendido que se siembra siempre con mucha paciencia y sobre todo con cariño. Yo trabajo para la familia, y hoy que los medios se agrandan pienso no solo en el niño sino en el grande, hoy el padre la madre sirve de promotor porque le cuenta todo lo que hago yo al chico. ‘Vas a ver que cuando pregunta tal cosa, vos le contestas tal otra’, le dice. Pero el que se emociona es el padre, lagrimea y el pibe lo mira como diciendo ‘porque llora mi papá’ y allí reside su éxito y que va a perdurar en la mente y el corazón de muchas generaciones más.
Por eso hoy llora el niño y su hermana, el padre, la madre y hasta los abuelos, en pocas palabras llora la familia.
Manual para los más chicos:
“Y dígame: Meeee”.
“Ya mismo y sin cambiar de andén”.
“Sumbudrule” (mientras inadvertidamente colocaba su mano por detrás de la nuca de sus oponentes como una araña).
P: “El chupete es..”. R: “Feo”.
“Angueto quedate quieto”.
“¡Mirá cómo tiemblo!”.
“¿Mamá, cuándo nos vamo’?”.
“¿Un gestito de idea?”.
“Más rápido que un bombero”.
“Seriola (modo de afirmación irónica) con techito por si llueve”.
“Zazaza zazaza”.
“Te pasaste, Petronilo, pegá la vuelta”, y la mayoría de las veces acompañado por: “La Argentina te queda chica, comprá dos números más”.
“Señoras, señores y por qué no lactántricos. tengan ustedes muy buena imagen”.
Pregunta: “Tá-ta Ta-tá-ta” Respuesta: “Ba-lá”.
“Quédese tranquilo y duerma sin frazada”.
“Pero escúcheme una situación señor”.
“¡Pero ves que no se le puede dar confianza!”
Las palabras que terminan en «ósico» (fabulósico)
Pregunta: El chupete es… Respuesta: Feo
Techito por si llueve
Te puede interesar...
Lo más leído
Dejá tu comentario