El trabajo fue intenso para los guardavidas que resguardan los 15 kilómetros de costa del Limay. El 50% de su extensión está habilitado como balneario.
Con los termómetros arañando los 40 grados, miles de neuquinos buscaron refugio este fin de semana a orillas del río Limay. A partir de la expansión del Paseo Costero, el río Limay ya tiene una extensión de 15 kilómetros de costa, aunque sólo la mitad está habilitada como balneario a causa de la peligrosidad del río. Este fin de semana, los guardavidas notaron que la mayoría se congregó en las zonas permitidas, por lo que estiman que por el Limay pasaron unas 60 mil personas por día.
"Ayer explotaron todas las zonas con servicio de guardavidas, nos pone contentos de que la gente vaya a la zonas balnearias", dijo Ariel Tarifeño, secretario general del Sindicato de Guardavidas de Neuquén (SIGUNE) en diálogo con LU5. Si bien muchas personas se van a puntos más agrestes para evitar la congregación excesiva del público, las campañas de concientización del gremio motivaron a muchos a elegir sólo las zonas permitidas, donde hay menos riesgo de ser arrastrados por la corriente.
El referente gremial agregó que el Limay tiene una extensión de 15 kilómetros desde Balsa Las Perlas hasta la confluencia de los ríos. Si bien toda la zona fue jerarquizada como un espacio público, lo cierto es que sólo la mitad de esa superficie puede utilizarse como balneario, ya que los otros puntos presentan corrientes fuertes, remolines, pozones y otros aspectos que incrementan la peligrosidad para los bañistas.
De este modo, los guardavidas trabajan haciendo rescates en los sectores habilitados, mientras que cubren las zonas agrestes con motos de agua y gomones. Así, hacen patrullajes para alertar a las personas que se bañan en áreas peligrosas y los invitan a retirarse para usar otros puntos más seguros.
"La gente a veces no hace caso pero es una forma más de prevenir", dijo Tarifeño sobre estas advertencias. "Muchas veces hacen estas cosas por desconocimiento", expresó y agregó que los guardavidas tratan de informar, pero no tienen poder de policía para prohibir una zambullida.
Aunque aclaró que la prevención es lo más importante, aclaró que en los últimos días tuvieron una asistencia récord que no permitió alertar a todos y cada uno de los bañistas. Así, en la última semana se incrementó el número de rescates, por lo que tuvieron que trabajar en 100 acciones concretas al detectar un peligro en el agua.
En el lapso de la última semana, que se destacó por registrar temperaturas muy altas, hicieron 31 rescates en el balneario Sandra Canale (Gatica) y 30 en el Gustavo Fahler (Río Grande). También se rescataron a 25 personas en el sector de Solalique, 12 en el Albino Cotro (Municipal), 3 en Brun de Duclot (Valentina), 2 en el sector náutico y 2 en el área de los clubes ribereños.
El guardavidas aclaró que el trabajo fue muy intenso en la última semana, no sólo por la asistencia récord sino por las tareas que los llevan a evitar accidentes. Por ejemplo, tienen dificultades para convencer a los niños y adolescentes de que no salten desde el puente sobre la calle Río Negro, que conecta el balneario Fahler con la isla 132, y que muchos usan como trampolín a pesar del riesgo que eso conlleva.
Más allá de la asistencia récord, los guardavidas destacaron que no hubo que lamentar ningún hecho trágico ni en los balnearios de Neuquén capital ni en las zonas aledañas donde hacen tareas de prevención con motos de agua y gomones. En ese sentido, Tarifeño destacó el trabajo articulado con el SIEN y la Policía para garantizar la seguridad balnearia.
Te puede interesar...
Lo más leído
Dejá tu comentario