Entre una relación tóxica y la extorsión, la nueva teoría sobre el crimen de la periodista de Corrientes
El último detenido en el caso fue señalado por los hijos de la víctima. La ex pareja, que había sido acusado, fue liberado.
En las últimas horas la División Homicidios de la Policía Federal arrestó a Darío Holzweissig, un nuevo sospechoso por el femicidio de la periodista Griselda Blanco, quien fue estrangulada y golpeada en su casa de Curuzú Cuatiá, provincia de Corrientes, el fin de semana pasado.
El nombre de Holzweissig, que tendría una relación ocasional con la víctima, fue introducido en el expediente por los hijos de Blanco, quienes aseguraron que el hombre, dedicado al negocio de la mueblería en los papeles de la AFIP, vinculado también a un boliche de la zona, tenía una relación ocasional con la víctima, marcada por diversas complejidades. El dato surgió también de la apertura de uno de los dos teléfonos de Blanco. Holzweissig fue allanado dos veces, pero no había sido detenido.
Sin embargo, en el análisis de las cámaras de seguridad se pudo ver a su auto, un Suzuki Fun, en las inmediaciones de la casa de la víctima en el posible momento del crimen.
Con esas pruebas producidas por la PFA, la fiscal María José Barreiro Sahagún pidió el arresto de Holzweissig, en un operativo encabezado por el comisario inspector Ricardo Juri, jefe del Departamento Investigaciones Complejas NEA -que depende de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA, tal como la División Homicidios-.
Por ese motivo, fue liberado Armando Jara, expareja de Blanco, que había sido detenido la semana pasada. La fiscal, curiosamente, había formalizado su imputación por femicidio, al decir en un comunicado oficial que tenía “evidencia suficiente”. La investigación de la División Homicidios fue clave para revertir esta situación.
La PFA, por su parte, emitió un comunicado consensuado con la fiscal del caso poco después del mediodía del viernes, donde se relató la actual hipótesis del caso. Sobresalen dos términos en el texto: “relación tóxica” y “extorsión”.
“Resultaron fundamentales las declaraciones testimoniales de los hijos de la víctima, ya que pusieron en conocimiento a los investigadores de la relación tóxica de su madre con quien resultaría ser el victimario”, afirma el texto.
“Se estableció que entre BLANCO y HOLZWEISSIG existía un relación previa, que en primera instancia era carácter comercial y luego devino en encuentros sexuales, con los que BLANCO comenzó a extorsionar a HOLZWEISSIG exigiéndole dinero para no dar a conocer esta circunstancia a su esposa, lo que habría desencadenado el móvil del brutal crimen”, agrega.
Además, se inspeccionó un terreno lindero a la casa del sospechoso, donde se encontraron un celular, que podría ser de Griselda, ya que faltaba uno de sus teléfonos al momento del crimen, y un cuchillo: la víctima tenía también lesiones compatibles con arma blanca.
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