Escalofriante: mató a sus padres, le dieron perpetua y "puede dormir tranquilo"

Este martes la Justicia de Misiones condenó a prisión perpetua a Alejandro Daniel Kirschner, de 26 años, por hallarlo responsable del doble homicidio de sus padres. A pesar de la condena, el joven insistió con su inocencia hasta último momento: “Jamás sería capaz de hacer algo así”.

Poco antes que los jueces Atilio León, Liliana Komizarski y Oscar Fava Gallardo se retiraran para dictar la sentencia, el acusado volvió a hablar, admitió su adicción a las drogas, pero insistió: “Jamás le haría algo a mis padres. No tenía necesidad económica para hacerlo. Soy inocente, no debo nada, puedo dormir tranquilo en las noches por más que tenga una carga pesada. Algunos dicen que soy frío, pero jamás se acercaron a preguntarme cómo me sentía o qué había pasado”, dijo el condenado en un intento por sostener su inocencia.

De acuerdo con la reconstrucción que realizaron los investigadores, en la noche del 22 de septiembre de 2019 Hilario Kirschner (61) y su esposa, Mirta Sachser (54) fueron atacados en su casa en el kilómetro 9 de la ruta provincial 101, en un paraje rural conocido como “Las 500 Hectáreas” en la localidad de Andresito, en el extremo nordeste de Misiones.

El hijo menor de la pareja intentó hacer pasar el doble crimen como un hecho de inseguridad, pero con el correr de las horas se convirtió en el principal sospechoso, pese a que relató que no estuvo en la vivienda familiar porque se juntó con amigos.

Tras varios testimonios se supo que la relación entre Alejandro y sus padres no era buena, ya que el joven tenía un carácter muy confrontativo y sus padres habían comentado a familiares que notaron la sustracción de algunos elementos de valor de su casa. Además le cuestionaban su adicción a las drogas.

Mató a sus padres. Misiones.jpg

El crimen

Esa noche, pasadas las 20, el joven atacó a golpes a sus padres. Hilario estaba en el living mirando televisión y Mirta en la cocina, preparando pan que al día siguiente iba a llevar a una reunión de amigos.

Ambos fueron llevados aún con vida al dormitorio matrimonial, donde les disparó con un rifle calibre 22 que los investigadores nunca pudieron hallar. Un cotejo posterior con vainas calibre 22 halladas en el campo de las víctimas permitió establecer que el arma era de Hilario.

Alejandro declaró que aquel día había salido al atardecer de su casa y retornó cerca de la 1.30 del día siguiente, un domingo. Sostuvo que se encontró con la puerta abierta y con un gran desorden. Tras hallar a sus padres muertos, fue a la casa de sus tíos, que viven en otra chacra cercana. Pero, una huella de su zapatilla sobre la cama matrimonial y el hecho de que su habitación estaba sin revolver generó sospechas. Sus amigos, con los que se había encontrado, no sostuvieron su coartada. Si bien reconocieron la reunión, dijeron que Alejandro llegó después de las 22.

En la propiedad también se encontró un ticket bancario relacionado a la extracción de 100.000 pesos. El dinero no fue hallado en la casa.

El fiscal del Tribunal, Federico Rodríguez, sostuvo en su alegato final que las víctimas buscaron sacar del consumo de drogas a su hijo “pero la situación fue cada vez más grave. El acusado mostró una total impiedad respecto a sus padres, estaba destruyendo a la familia y no tuvo piedad en hacerla trizas”, aseguró.

“El final estaba pergeñado hace mucho tiempo y el proceso lesivo tuvo su coronación ese día”, sostuvo Rodríguez. Y descartó que algún extraño haya cometido el crimen porque los Kirschner tenían seis perros que los habrían alertado sobre el peligro.