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Los manejos irregulares del jefe de la Policía

Investigación: Rubén Tissier y su particular pasión fierrera. Tuvo un choque que no declaró, modificó una camioneta y la utilizó sin seguro y ahora acondiciona dos autos particulares. La Justicia podría llegar a investigar si existe algún delito.

Por Guillermo Elia - policiales@lmneuquen.com.ar

El jefe de la Policía, Rubén Tissier, es un apasionado de los fierros, a tal punto que hay una serie de manejos irregulares que lo han terminado distanciando de los altos mandos así como también de la tropa. Ahora, la Justicia tendrá la posibilidad de avanzar sobre esas maniobras y determinar hasta dónde son excesos propios del poder o delitos.

En la lista de uso y abuso figura la modificación de una camioneta Chevrolet S10 cero kilómetro, dos vehículos particulares, un Peugeot 408 y un Fiat Argo nuevo, que están siendo preparados en Jefatura. Además, a principios de año tuvo un choque que involucró a dos vehículos oficiales, un Volkswagen Vento y una Amarok, pero no lo denunciaron y hasta se evitó dejar registros en los papeles.

Meses de investigación de LMN permitieron confirmar estas maniobras cruzando información con distintas fuentes. Puertas adentro de la Policía, todos saben lo que ocurre y el malestar es generalizado, pero nadie se anima a hablar públicamente, más aún en una institución donde escuchar y ejecutar órdenes no concibe, ni por un segundo, la posibilidad de objetarlas.

Ahora, la Justicia tendrá la posibilidad de aparecer en escena y determinar si existió un incumplimiento en los deberes de funcionario público, peculado de uso, una defraudación al Estado, o si solo se trató de excesos del poder.

“¿Entendés por qué los nuevos policías presentan certificados truchos?, porque el jefe se las manda y no le pasa nada. Esa impunidad es la que van a mamar las nuevas camadas de policías”, confió indignado un alto mando a LMN.

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Rápido y furioso

El repaso de los cuestionamientos a Tissier arranca a principios de año. El 21 de enero, el jefe de Policía se dirigía a un acto en el interior de la provincia al que también asistía el jefe de Logística, el comisario inspector Claudio Vinet. Tissier manejaba el Vento y Vinet iba al volante de la Amarok. El destino final era Los Miches.

“En la ruta se iban pasando, excediendo la velocidad máxima permitida. Hubo una maniobra en la que el Vento pasa a la Amarok, pero algo le pasa a Tissier que toca el freno y Vinet lo chocó de atrás”, confió una de las fuentes consultadas. “Lo único que pudimos confirmar es que Vinet lo chocó a Tissier y que se volvieron andando con los vehículos porque no les afectó el motor. Eso sí, hicieron todo el viaje sin luces y nadie, obviamente, los paró”, reveló otra fuente consultada.

Técnicamente, Tissier y Vinet deberían haber informado al comando para que quedaran las constancias de las comunicaciones. Luego, realizar los trámites de seguro en el sector de Patrimoniales de la Policía y dejar los vehículos hasta que se habilitara la reparación.

Además, se debería haber realizado una investigación administrativa para determinar las responsabilidades. De esa forma, el Tribunal de Cuentas de la Provincia habría determinado si los gastos corrían por cuenta de la Policía o si se los descontaba a los involucrados.

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Todos esos pasos formales, que debe seguir cualquier policía, fueron obviados por el jefe de la Policía. El Vento y la Amarok entraron a los talleres de la Jefatura, donde los repararon fuera del horario y con recargo de los chapistas. “No hubo denuncia en el seguro ni actuaciones administrativas”, detalló un informante.

Al cruzar el dato, surgió que el costo de los materiales para reparar el auto y la camioneta ascendió a 60 mil pesos y, obviamente, corrió por cuenta de la Policía.

Ante la consulta sobre si se dio intervención a Asuntos Internos para que investigara la irregularidad, la respuesta fue: “¿Quién se va a animar a denunciar al jefe de la Policía? Es un suicidio. Además, Asuntos Internos depende del jefe de la Policía”, confió uno de los oficiales consultados mientras se le escapaba una sonrisa que dejaba claro que la impunidad en determinados lugares del poder es moneda corriente.

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Transformer

En noviembre de 2017 la jefatura recibió una serie de vehículos y Tissier ordenó reacondicionar una camioneta que luego utilizó para el mundial de rafting, en noviembre de 2018, pese a que la aseguradora no le había autorizado las modificaciones, por lo que circuló sin seguro.

Se trata de una camioneta Chevrolet S10 doble cabina cero kilómetro a la que el jefe de Policía metió en el taller para transformarla sin un fin específico y necesario.

Le realizó el alargamiento del chasis, el cambio de caja de carga y le puso cuatro llantas y cubiertas especiales. Se le hizo una cúpula y se debió fabricar un estribo especial para mejorar su resistencia para soportar las modificaciones. Además, se la debió pintar y también se le hizo el polarizado.

El vehículo estuvo guardado por meses en Jefatura porque el seguro le rechazó las modificaciones, por lo que supuestamente no podía circular.

“La utilizaron en el mundial de rafting (en noviembre de 2018) que se hizo en Aluminé y no tenía seguro. El propio Tissier llegó manejando para la última jornada del mundial”, confió un oficial.

Respecto de los controles, la fuente indicó: “¿Quién le va a impedir a la Policía que circule por las rutas un vehículo, más aún cuando se trata del jefe de la Policía?”.

Otra fuente confió que recientemente se iniciaron los trámites de aceptación de modificaciones y seguro. Esto generó que hubiera algunas voces que cuestionaran la forma irregular en la que se hicieron las cosas en Jefatura.

En total, se gastó 600 mil pesos sin contar la mano de obra, que es de la propia Policía.

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