Entre abril, mayo y junio se concretará una serie de visitas a las urnas que encierran una centralidad determinante a los dos lados de la polarización.
El escenario preelectoral está a un paso de transitar el núcleo más importante de las definiciones provinciales para 2023. El Frente de Todos recién tuvo una primera reunión de todas sus tribus hace un mes y el frío que respiraron sus participantes revela el nivel de tensiones que desató dentro del oficialismo la decisión de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner de no “presentarse a nada”. Para este año su ausencia en la boleta del panperonismo sigue siendo el principal factor desequilibrante y, a la vez, la instala como la poseedora de un factor sorpresa que sólo ella sabe que existe, porque podría cambiar de opinión. Es una posibilidad que sus interlocutores consideran improbable, pero la carta sigue sobre la mesa hasta que venzan los plazos previstos por el calendario electoral.
Para los próximos tres meses se cocinan 14 definiciones territoriales que impactarán directamente en las correlaciones nacionales que están analizando cada una de las fuerzas políticas que se medirán en las PASO nacionales del 13 de agosto, setenta días antes de las generales del 22 de octubre. En Juntos por el Cambio el expresidente Mauricio Macri decidió no jugar y no se presentará como candidato presidencial, lo que queda ahora es definir el resto del armado de JxC en la Provincia y en la Ciudad de Buenos Aires, dos de los territorios que configuran una de las claves para que las dos principales coaliciones políticas ordenen sus correlaciones internas.
La otra pieza determinante no pasa por el 40% del territorio bonaerense, sino por las provincias que dentro de veinte días echarán a andar el tramo más intenso del calendario federal electoral.
La primera escala está prevista para el 16 de abril con las elecciones para gobernador de Neuquén y Río Negro. En esas dos provincias patagónicas hay dos fuerzas provinciales que podrían marcar un primer termómetro anticipatorio para lo que viene. En Neuquén el MPN buscará revalidar los títulos, pero con un armado de Juntos por el Cambio que, en esta contienda, incluirá al ex MPN Rolando Figueroa como parte de una colectora que revela las dificultades de la principal alianza opositora para mantener la unidad en distintas provincias. Río Negro es la otra provincia que elige gobernador en el mismo día, pero con una apuesta para que el senador nacional y exgobernador Alberto Weretilneck pelee por un segundo mandato, como producto de un acuerdo que supera los límites del gobernante Juntos Somos Río Negro a partir de un acuerdo entre radicales, kirchneristas y rionegristas.
Las otras elecciones
Luego de los dos rounds de abril, habrá siete visitas a las urnas en Jujuy, Misiones, La Rioja, San Juan, Tucumán, Salta y La Pampa. En todos los casos son comicios para gobernador donde las fuerzas locales buscarán mantener su predominio.
Las provinciales que eligen el 7 de mayo son tres. En Jujuy el ministro de Hacienda, Carlos Sadir, buscará suceder a Gerardo Morales y mantener el predominio de la UCR en una de las tres provincias que controla. En Misiones, el oficialismo local, conducido hace 20 años por el exgobernador Carlos Rovira, mantendrá su peso electoral con el regreso al poder del exmandatario Hugo Passalaqua. La tercera fecha de la primera semana de mayo es La Rioja, donde el gobernador Ricardo Quintela trabaja por su reelección.
La segunda quincena del quinto mes del año encierra cuatro visitas al cuarto oscuro. El 14 elegirán gobernador las provincias de San Juan, Tucumán, Salta y la Pampa. En este pelotón de comicios volverá a ponerse a prueba el predominio de los oficialismos locales: el sanjuanino Sergio Uñac, el pampeano Sergio Ziliotto, el salteño Gustavo Sáenz y el tucumano Osvaldo Jaldo trabajan para conquistar un segundo mandato, aunque el último forma parte de un enroque con el gobernador y exjefe de Gabinete Juan Manzur, que pidió licencia.
El mes de junio se avecina con cinco elecciones. Corrientes elegirá legisladores el próximo 4 de junio, porque el año pasado concretó sus comicios para gobernador con la reelección del radical Gustavo Valdés, en una provincia que cambió su calendario luego de la intervención federal de 2000, bajo la presidencia de Fernando De la Rúa.
El 11 es la segunda escala electoral de junio con comicios desdoblados en San Luis y Formosa, además de las PASO en Mendoza para el 11 de junio.
La última pieza de ese proceso se anotó la semana pasada, con las generales cordobesas del 25 de junio, donde el cordobesismo peronista que lidera Juan Schiaretti, buscará su continuidad con Martín Llaryora, que se enfrentará a una fórmula de Juntos por el Cambio integrada por el senador Luis Juez (Frente Cívico) y el diputado radical disidente, Rodrigo De Loredo.
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