Las curiosas historias detrás del Campeonato de Asadores a la Estaca
Jóvenes y también experimentados cocineros participaron en sus versiones nacional e internacional. Hubo récord de concursantes y de público.
Caminar entre costillares de vaca y chivitos plantados a la estaca, con hombres y mujeres desplegando su arte culinario, y entre culturas de distintos rincones del país, fueron momentos particulares y mágicos que se llevó cada persona que visitó el predio de La Estación. Allí se desarrolló la segunda fecha del Campeonato de Asadores a la Estaca en sus versiones nacional e internacional. El evento llegó a esta ciudad para quedarse y transformarse en uno de sus sellos gastronómicos de mayor excelencia.
Jorgelina Almeira, secretaria de Educación, Promoción de Empleo y Producción de la Municipalidad de Zapala, y un eslabón fundamental en el evento, expresó que la fiesta de los asadores salió fabulosa. “Ya tiene su identidad en Zapala. Tuvo una convocatoria muy amplia, estamos más que satisfechos. No solo en la parte gastronómica, sino también en la parte cultural y acompañamiento en economía social”, dijo. Respecto a los resultados señaló que “nos sorprendió mucho que la copa nuevamente quedó en Neuquén. El año pasado hubo rumores entre los equipos del resto del país, pero quedó en evidencia que la provincia tiene la vara muy alta en cuanto a asadores y a esta técnica. Quedó primero la Organización de Comunidades Mapuches, segundo y tercero Catamarca y Santa Fe, y el cuarto equipo fue uno de Zapala también. Para nosotros fue una buena presentación, nos dejó muy bien parados como asadores”.
Historias mínimas
En el mundo de los asados hay destreza, técnica y creatividad para lograr los mejores resultados que finalmente llegarán a las mesas. Detrás de esas cualidades hay hombres y mujeres que entregan lo mejor y que sueñan con alcanzar el plato perfecto y repleto de exquisitez. Hay historias mínimas, algunas que enternecen el corazón y otras que alimentan el alma por todos los sacrificios que se ofrendan.
Una de ellas es la de don Juan Ceballo, el asador zapalino que con 88 años participó por segundo año de la competencia nacional. “Valoramos muchísimo no solo su espíritu de participar y estar sino su tremendo ejemplo de vida. Es así como la Federación Argentina de Asadores lo postuló para que sea jurado la próxima competencia”, apuntó Almeira. Agregó que “es una persona que tiene mucha experiencia y creímos que este reconocimiento era muy importante para que se sienta gratificado porque es un modelo de vida a seguir”.
Por otra parte, la historia de Matías Cortez, de Neuquén capital, también fue un golpe a las emociones. El joven asador llegó a la competencia con su equipo integrado por sus amigas Daniela Araneda y Vanesa Tapia. Las chicas son además ex alumnas de sus clases de gastronomía. “Vine a ofrecer la pasión que tengo por la gastronomía, valorar esto de seguir cocinando al aire libre, con fuego, de mantener esta tradición, ofrecer enseñanzas y las técnicas de cocción de un costillar”, expresó. Lo que más llamó la atención de su parcela fue una pequeña pancarta donde sus hijas Lucía y Candela, de 7 y 12 años, le dejaron un tierno mensaje. “Papá sos el número 1” y en otro cartón le expresaron todo su amor y le dijeron que ya era el campeón. “Mis hijas me dejaron una sorpresa que fue una foto y esos lindos carteles con mensajes de aliento. Me emocionó mucho y fue un impulso para dar lo mejor de mí”, dijo.
Del norte argentino
El abanico de culturas que se desplegó a lo largo y ancho del predio de la fiesta fue el punto sobresaliente de la fiesta. Es así que Tatiana Tejerina, de La Ovejería (Jujuy), fue una de las mujeres que enseñó su riqueza cultural. “El puesto se llama Aroma a Carnaval, Jujuy es carnaval, Jujuy es fiesta. Traje al diablo, también una llama que es de Las Salinas de Jujuy y también traje para compartir pata flameada que es algo que yo cocino mucho allá”, sostuvo. Agregó que “el norte es muy bello, me gusta este cruce de culturas”. Respecto a su participación en el evento, dijo que “yo tengo 29 años, es la primera vez que vengo a competir, participo de ferias gastronómicas. Traje conmigo un poco de Jujuy, compartiendo técnicas e ideas con los primos zapalinos, y muchas ganas de aprender cosas nuevas. El asado para mí es familia, unión, amor y paz”.
Por su parte, Cristian Carluccio llegó a participar del campeonato nacional en compañía de Lucas, Candela y Aldana. “Nosotros venimos a traer para que conozcan la tradición de Catamarca. Trajimos confituras, especias, aceite de oliva y una manera distinta de hacer el asado. Toda la gente del sur tiene una manera de hacer el asado y uno cuando viene trata de llevarse esos conocimientos”, remarcó Cristian. En referencia a la tradición del asado dijo que “al asado particularmente lo amo por el sabor que tiene, eso no lo tiene ninguna comida. El asado siempre es para compartir en familia y con amigos”. Hacia el final apuntó que “yo soy chef profesional, es algo que a mí me gusta. Mis compañeros y yo conocemos un poco de cada provincia a la que vamos, entonces ensamblamos todos esos conocimientos. Nosotros somos de Fray Mamerto Esquiú, departamento que está a casi 16 km de la capital catamarqueña”.
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