La Pulga jugó la recta final del duelo de cuartos de final con un diente roto debido a un duro golpazo que recibió.
Lionel Messi volvió a ser la gran figura de la Selección Argentina en la victoria ante Países Bajos por los cuartos de final del Mundial de Qatar 2022. El rosarino asistió a Nahuel Molina en el primer gol de la Albiceleste, estiró la ventaja de penal en el segundo tiempo y convirtió su remate en la definición desde los doce pasos.
Se podría decir que el astro argentino dejó todo en el Estadio Icónico de Lusail: el alma, el corazón y hasta un diente. Así es, el capitán de la Scaloneta jugó la recta final del duelo ante la Naranja Mecánica con uno de sus incisivos partidos debido a un fuerte golpe que sufrió en su rostro.
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La jugada en cuestión fue un topetazo que le propinó el defensor neerlandés Jurriën Timber en el primer tiempo suplementario. Fue una acción muy protestada por todo el combinado nacional, teniendo en cuenta que el jugador rival ya estaba amonestado y merecía la segunda amarilla.
A Messi le dieron de lo lindo en Lusail, pero el ex Barcelona no se achicó y demostró ser el gran líder del seleccionado nacional, no solo en dentro de la cancha, sino también fuera. Una vez finalizado el encuentro se vio a un Leo en modo maradoneano, muy enojado con el árbitro español Mateu Lahoz y con el técnico de Países Bajos, Louis Van Gaal, quien en la previa del partido había hecho algunos comentarios en contra suya.
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