vaca muerta

Los petroleros van a la conciliación y dialogan con el albertismo

"Hay que ayudar al próximo gobierno" nacional afirmó Pereyra, quien adelantó que el gremio viene manteniendo diálogo con el albertismo mientras busca una solución para los 600 telegramas de despidos.

Fernando Castro – [email protected]

El sindicato del Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa irá mañana a la audiencia de conciliación que el ministerio de Producción y Trabajo para reclamar que los 600 telegramas de despido enviados a empleados que se desempeñan en Vaca Muerta queden sin efecto.

La convocatoria logró descomprimir, por ahora, un ambiente cuya temperatura crecía mientras bajaba el ritmo de las perforaciones en el shale: se sabe, el decreto de necesidad y urgencia 566 y las medidas económicas que mantienen en vilo a la industria, son motivo de preocupación para miles de empleados del sector.

En este contexto, los petroleros privados, pero también los Jerárquicos que conduce Manuel Arévalo concurrirán a la mesa de este miércoles a la 14 en Buenos Aires con un gobierno al que le quedan horas para finalizar su mandato. Concurren, también, en un contexto en el que ya se vinculan con el gobierno del presidente electo Alberto Fernández.

El titular de los petroleros privados, Guillermo Peryera, lo dice así: “Ya tenemos diálogo con los interlocutores del área energética nacional. Por un lado, está el tema de los telegramas y la necesidad de preservar las fuentes de trabajo. Pero atado a esto, el hecho de querer conocer la próxima política energética. Queremos saber cuáles son las soluciones que sen van a dar hacia adentro de la industria. Tenemos 25.000 afiliados que trabajan en los campos petroleros”, expresó el sindicalista.

El gremio parce hoy dispuesto a mostrar su predisposición para encontrar acuerdos en un sector que este año mostró dos escenarios muy diferentes: pasó de proyectarse como exportador a experimentar su peor momento desde la ola de 1600 despidos en 2016, que abrió paso al subsidio al shale gas como nuevo motor para los no convencionales.

“Hay que ayudar al próximo gobierno”, definió Pereyra en diálogo con +e. Y completa la idea: “Seguramente se necesiten tres, cuatro meses para arribar a acuerdos y desarrollar una política para el sector. Van a necesitar ese respaldo para reencausar la situación”, concluyó sobre las dificultades de corto plazo que afrontará el albertismo.

Pereyra dice que hay una suerte de trabajo en tándem con el gobierno neuquino en este sentido: “Nosotros estamos acompañando al gobierno provincial en esta tarea que viene haciendo con las autoridades entrantes a nivel nacional. Pero queremos que esto también tenga lugar en contexto de políticas que recuperen la senda de la producción”, dijo.

Los vínculos del gobierno neuquino con el entorno de Fernández tienen lugar hace meses.

En un primer momento fue para expresar la postura desde Neuquén sobre el potencial de Vaca Muerta, en un contexto en el que Argentina necesitará dólares frescos para poder atenuar el impacto de la situación macroeconómica.

El gobernador Omar Gutiérrez y su antecesor Jorge Sapag, son dos de los referentes locales que encararon esa suerte de operativo evangelizador, en un contexto en el que Neuquén ya había tenido el mal trago del DNU que puso en jaque a la industria.

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