Marcos cayó en una crisis en Gran Hermano y podría irse de la casa
El "primo" está sintiendo el rigor del aislamiento y se dejó ver muy angustiado, preocupando a sus compañeros dentro del reality y a sus seguidores afuera.
La semana que pasó no fue de las mejores para Marcos de Gran Hermano. El encierro y la complicada convivencia están haciendo mella en el ánimo del participante salteño, que en los últimos días entró en crisis y asustó a sus compañeros y sus fanáticos ante la posibilidad de que abandone la casa.
El "primo" es uno de los participantes favoritos del reality de Telefé, candidato a llegar a la final por la excelente relación que mantiene con todos los habitantes de la casa, algo que lo llevó a evitar estar en placa en casi todas las nominaciones. Entre los seguidores del programa también es uno de los mejor conceptuados por su juego limpio y sin conflictos.
Pero dentro de la casa más famosa del país las confrontaciones están a la orden del día. Y esta vez hubo una situación incómoda en la cocina que terminó salpicando de rebote al salteño, minando su estado de ánimo.
Todo comenzó cuando Agustín preparó una bandeja con comida para su amigo, algo que no cayó bien en Alfa y Romina. La exdiputada de Moreno y el participante más grande de la casa se lo hicieron saber a viva voz. "Es para mí y para Marcos", dijo "Frodo" para defender el alimento ante la atenta mirada de desaprobación de los "dueños de la cocina".
El estratega de La Plata lo aprecia mucho y se preocupó cuando reingresó a la casa y notó que Marcos bajó mucho de peso. Cuando le preguntó por qué había adelgazado Marcos le confesó que los alimentos no abundan en la casa porque suelen perder la prueba semanal y eso les deja poco presupuesto para hacer las compras.
Eso genera conflictos por la comida, algo que Marcos prefiere evitar. Tal vez motivado por eso, Agustín le preparó la bandeja de la discordia. Pero en lugar de ayudarlo le generó una crisis a Marcos Ginocchio observaba la situación en silencio. Ya refugiado en su habitación, el "primo" mantuvo una sentida charla con Agustín, su amigo dentro de la casa desde el primer día.
“Siento que con los que de verdad se puede hablar y que no sea el juego todo el tiempo o lo que conviene o no con viene, es con vos, Alfa y Thiago”, se sinceró Marcos, harto de las estrategias y el juego, dos cosas que rigen la vida de sus compañeros. Otra cosa que le molesta es que hablen mal unos de otros sin parar.
“A mi viejo nunca lo escuché hablar mal de nadie. Voy a ponerme a llorar, bolu… Lo extraño mucho. A él y a toda mi familia”, dijo al borde del llanto. Ya quebrado, abrazado por Agustín, concluyó en que “lo importante es disfrutar”, algo que en los últimos días se le hizo difícil al "primo".
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