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La Mañana

Mirá los cinco goles del Monito Opazo en este 2017

El neuquino atraviesa su mejor momento en el Albinegro.

Video gentileza: Cipolletti TV

Daniel Opazo es el jugador del momento para Cipolletti. Con cinco goles convertidos y siendo clave en la eliminatoria de Copa que lo clasificó para el partido con San Lorenzo, este neuquino de 20 años hizo ruido en serio en la presente temporada del Federal A.

Sin embargo, su destino pudo haber sido muy diferente. Relegado en la consideración ante la llegada de jugadores foráneos, durante el verano avanzó en la posibilidad de ir a encontrar ritmo a otro club de la región.

Maronese y La Amistad estaban con ganas de sumarlo para sus aventuras en el Federal C, pero una última charla con Henry Homann en el vestuario lo cambió todo. “Me iba. Por una cuestión de conocimiento, me tiraba más por volver a Maronese. Hasta que fui y le dije al Ruso, y me dijo que me quedara a pelearla, que no iba a ser fácil pero que trabajando me iba a tocar”, recordó el delantero.

Hoy, con las tapas de los diarios sobre la mesa reflejando su alegría por el gol ante Gimnasia de Mendoza, suena obvio, pero hace pocas semanas todo era muy difícil. “Hablaba con mi papá los otros días de cómo puede cambiar el destino en un partido, un gol, algo que pase. Me salió bien, es la verdad, pero no fue tan fácil”, juró.

Entre las cosas internas que hubo que modificar para este presente, hay una larga lista y el acompañamiento familiar, que es clave. Con 20 años cumplidos, la cama y la comida son tarea de la mamá, quien tuvo que amoldar la cocina en el barrio San Lorenzo a la dieta que el Mono recibe de parte de los nutricionistas. “Las tenemos encima y me hicieron notar lo mal que me alimentaba, así que yo con mi plata compro lo que necesito y mi mamá me prepara todo”, confió.

Cipolletti Madryn Opazo
Opazo fue clave en la instancia anterior de Copa Argentina.
Opazo fue clave en la instancia anterior de Copa Argentina.

Así logró cambiar la fisonomía de su cuerpo, al que le suma una rutina diaria de gimnasio en la previa a cada entrenamiento. “Todos los días tengo algo asignado para hacer antes de entrenar con mis compañeros. Son 40-50 minutos específicos para mí”, reconoció.

Expulsado en los últimos minutos del cruce ante el Lobo, es una de las bajas confirmadas para el viaje a Sunchales, por eso el fastidio. “Me dura la bronca por la roja, justo en este momento”, expresó. Será parte de la experiencia que irá sumando con el paso de los partidos a medida que los rivales dejen de tratarlo como un pibe.

“Me hacen sentir el rigor, son todos muy duros, por eso me lleva un par de días arrancar sin dolores a entrenar. Este parate que no quería me va a servir para eso y esperar los playoffs con todo”, se prometió para sobrellevar mejor este receso personal.

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