Persevera y capturarás, es el mantra de los investigadores

Neuquén tiene la particularidad de tener una tasa alta de esclarecimiento de homicidios, lo que no quiere decir para nada que el trabajo sea sencillo.

Existe un modelo criminológico básico en el cual la mayor parte de los homicidios neuquinos son en riña, entre personas que se han alcoholizado y por lo general hay testigos y denuncias por lo que la detención de los posibles autores se gestiona entre un par de horas hasta un par de días, por lo general.

Lo cierto es que cuando hay un poco más de planificación, sobre esto habrá un párrafo aparte, las pesquisas requieren un poco más de ingenio, sofisticación y recursos, pero en la mayoría de los casos se suele dar con los agresores.

Auer fue atacado el 24 de octubre y falleció el 4 de noviembre.

Auer fue atacado el 24 de octubre y falleció el 4 de noviembre.

Esto fue lo que ocurrió con el crimen de Miguel "Ruso" Auer, un agenciero que movía importantes cantidades de dinero y como todos lo que viven manejando efectivo saben que lo peor que pueden hacer es dejarla guardada debajo del colchón.

Es así como el Ruso, la movía, la prestaba y la invertía. Así fue como le cayeron el octubre del año pasado tres tipos disfrazado y lo terminaron asesinando en medio de un intento de robo.

El departamento de Seguridad Personal, en conjunto con la fiscalía de Homicidios, trabajó a deshoras para dar con los presuntos autores partiendo del análisis de cámaras y todo tipo de soporte digital.

Acá hago un parate porque es un tema del que solemos hablar con criminólogos y criminalistas iberoamericanos en un chat en el que participo. Todos coinciden en que la delincuencia se ha instruido muy bien a partir de la proliferación de las series policiales forenses, por lo que desafío para los investigadores es cada vez mayor.

Es por eso, que tiene mucho mérito todo el trabajo que desarrollaron los pesquisas de la policía neuquina que tuvieron que lidiar contra tipos que se habían disfrazado para cometer el delito y a partir del ingenio pudieron ir lentamente desandando el camino de los asesinos.

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El último eslabón de la cadena, el cuarto involucrado, fue detenido en Centenario tras un arduo trabajo que duró cuatro meses en los que anduvieron por Mendoza, Buenos Aires y Río Negro.

La clave, como siempre dicen los investigadores, es no volverse loco y ser metódico en el trabajo diario por más que haya semanas donde el progreso parece nulo, pero tarde o temprano se abre una endija y todo se termina ventilando y resolviendo.