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Los grandes desafíos de la frutilla 

Plottier parece perfilarse como el centro neurálgico de la producción de la fruta en la zona.

La plantaciones de frutillas en la zona están en crecimiento, según el Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca de Nación, la provincia cuenta con 59 hectáreas registradas en el departamento de Confluencia, de las cuales 44 se ubican en Plottier, lo que transforma a la ciudad en centro neurálgico de producción de esta fruta.

Si bien la región cuenta con capacidad de congelado, producción de plantines y un laboratorio especializado -que realiza análisis de sanidad y fertilidad, por ejemplo- hay apenas 57 productores y solo dos viveristas.

"La frutilla tiene tres golpes (cosechas) al año y cuando se da el de octubre/noviembre no tenemos el mercado disponible como para ubicar toda la fruta que producimos. Esto es lo que nos frena para ir aumentando el espacio de producción. Pienso que sería bueno ampliarse pero no hay dónde vender", contó a la LM Neuquén Benita Rosa, una productora local, que tiene plantadas algo más de dos hectáreas en Plottier.

¿No comemos frutilla, no se exporta lo suficiente o las dos cosas al mismo tiempo? Para Rosa Benita no están dadas las condiciones para exportar. "De diciembre a principios de febrero hay una merma de producción y el consumo es parejo. En febrero aumenta la producción y, en ese momento, se rebalsa el mercado", explicó.

"Ahí te bajonea un poco porque, como productor, te quedas con la fruta en los cajones… La frutilla es muy delicada, no podes guardarla más que unos días y se te pone fea", sostuvo la productora.

Benita, que comenzó su producción con 10.000 plantines (un cuarto de hectárea) en 2016, explicó: "Del Centro Pyme nos ofrecieron prestarnos dinero para hacer alguna cosa más y yo siempre digo que quisiera aumentar la producción pero no tengo a dónde vender. Estaría genial que nos den una mano pero el frenón es que no hay mercado”.

Un laboratorio que acompaña

Más allá de la falta de acuerdos internacionales o de condiciones generales para la exportación, la Provincia intenta dar soporte a los productores. Desde el Laboratorio de Servicios Agrarios y Forestales (LASAF), dependiente de la Subsecretaría de Producción, se realizan análisis para garantizar la sanidad vegetal y la fertilidad de las plantas, entre otras cuestiones.

“El laboratorio tiene entre sus funciones acompañar las estrategias productivas de la provincia. Se realizan varios análisis relacionados a la producción agrícola, de sanidad, fertilidad, de enfermedades, para detectar patógenos, hacemos alertas tempranas de plagas…”, contó la bióloga Claudia Azpilicueta, miembro del Lasaf, a LM Neuquén.

La especialista aseguró: “Desde hace más de 10 años el laboratorio está habilitado y auditado por el Instituto nacional de Semilla (INASE) para realizar diagnóstico de plantines de frutillas y papa semilla”.

“Este año se va a incorporar el análisis de nitrógeno para completar con la fertilidad de los suelos. Otro análisis que incorporamos el año pasado fue el índice de germinación”, continuó Azpilicueta.

De buenos productos y buenos productores

Está claro que los plantines son un elemento fundamental, sin ellos no hay producción y cuesta 11.000 dólares tener los necesarios para una hectárea, de acuerdo a datos de la subsecretaría de Producción.

En Plottier hay dos productores de plantines de frutilla registrados por un total de 48 hectáreas, con un rendimiento de 500.000 plantas/ha. “El 60% de los plantines abastecen la demanda del mercado interno y son bien estimados en varias provincias argentinas por su calidad sanitaria”, se publicó en un informe de la subsecretaría difundido en estos días.

Las plantas madre que se utilizan para multiplicar en estos viveros son importadas desde Estados Unidos y España y el Senasa exige determinados tratamientos sanitarios, entre ellos, el lavado de los plantines en origen, de forma tal que toda la tierra que pudieran traer entre sus raíces, sea extraída.

El objetivo de mediano plazo es avanzar en alternativas que reemplacen la importación de plantas madre (ya que puede implicar hasta el 90% de mortandad del material importado) y analizar la posibilidad de producir esas plantas madre en el país.

El tema de esta importación y el lavado en origen parece ser otro escollo para que el negocio de la frutilla crezca. “Hoy si tuviéramos plantas podríamos vender en distintos mercados que nos piden. Tenemos que seguir creciendo para poder cubrirlos, trabajamos con Brasil, Colombia, pero Ecuador y Perú también nos piden plantas”, dijo a fines del año pasado el propietario del vivero Frutillas Plottier, Antonio Ortega.

“Se ha podido llegar a un puerto que ojalá sirva como ejemplo de que cuando uno quiere puede, y Neuquén y Plottier, toda esa zona, necesita material interesante porque es una zona linda y productiva, si les damos buen producto van a ser buenos productores”, agregó.

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