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Que entiendan lo que lean: las neuquinas que proponen volver a los libros de cuentos

Ante las alarmas por los bajos niveles de comprensión lectora, especialistas neuquinas proponen llenar los entornos infantiles de libros y proponer textos y abordajes diferentes para motivar a las infancias a leer más.

Con 20 años de experiencia como maestra de grado, Noelia Tarifeño apuesta a un camino sencillo: llenar las escuelas de libros. Considera que la mejor estrategia para promover la alfabetización es el convite de textos diversos y abundantes que permitan tanto la exploración individual de las infancias como recorridos guiados por los adultos para leer y releer hasta encontrar esas voces literarias que les hablen sólo a ellos y que los lleven a enamorarse de la lectura.

En las última se semanas se difundió una cifra que marca el termómetro de la educación a nivel nacional. Se supo que el 46% de los chicos argentinos de tercer grado no entienden lo que leen y eso motivó a muchas organizaciones a lanzar una cruzada para recuperar la alfabetización y hacer foco en la comprensión de textos. La maestra neuquina, sin embargo, busca alejarse de las posturas alarmistas y las que añoran todo tiempo pasado como una época mejor, y asegura que los alcances de la alfabetización son sociales y cambian con cada contexto.

"La alfabetización es un continuo, nunca dejamos de alfabetizarnos y es un término que ha cambiado a lo largo del tiempo, modifica sus alcances según los cambios en la sociedad", dijo y agregó que la clave para mejorar la comprensión lectora, en cualquier ámbito, es ofrecer textos variados, de forma asidua y sistemática, para que más personas se interesen por leer.

"Los que participan de la lectura de forma temprana, toman a la escritura como un lenguaje para representar sus ideas y ahí está la importancia de que en la escuela haya muchos libros", dijo y destacó las políticas estatales que proponen la incorporación de más libros en los establecimientos. Sin embargo, alertó sobre la importancia de sacarles provecho en lugar de dejarlos arrumbados en los estantes de las bibliotecas escolares. Señaló que es necesario que los adultos ofrezcan textos diversos para interpelar a cada pequeño lector y también distintos itinerarios.

"Por suerte cada vez lo escucho menos, pero estaban los que nos querían comprar libros porque se leían una sola vez", explicó y agregó que contrarrestan esa práctica en sus clases al ensayar distintas formas de acercarse al mismo texto. Leer y releer un capítulo, una página o a veces una sola frase que llama la atención.

Nenes leyendo

Tarifeño creó espacios de lectura en la escuela con sus estudiantes de la primera infancia. Y no busca libros que traigan una moraleja estructurada. Por el contrario, ofrece poesía y ficciones que permitan a las infancias explorar por sí mismas, jugar y hacer sus propias búsquedas con libertad. Los mensajes y los juegos expresivos, finalmente, son de ellos y no sólo de los libros.

En un contexto de avance vertiginoso de las tecnologías, Tarifeño no reniega de las nuevas plataformas. No piensa en Tik Tok como una competencia para la lectura, sino como un espacio para difundir a nuevos escritores, compartir textos y que más personas, que antes escribían en soledad, ahora puedan compartir sus obras sin necesidad de pasar por grandes editoriales.

"Para mí el libro no va a acabarse nunca, tener un libro en la mano es un acto poético", reflexionó, y dio el ejemplo de las tecnologías y las plataformas audiovisuales como estrategias para fomentar la lectura, que tomaron relevancia en la pandemia de coronavirus. "Durante el aislamiento, armamos un taller literario por Zoom donde se conectaban mis estudiantes y de otras escuelas también, y compartíamos cuentos", dijo.

Ahora, con la posibilidad de hacer de la lectura una experiencia más tangible, Tarifeño promueve los picnics literarios. Los estudiantes de su clase usaron un día las hojas del otoño para recrear la imagen de su seño: el pelo de ramas, el guardapolvo y un libro debajo del brazo. "Me parece maravilloso que así representen las infancias a la seño Noe", dijo con una sonrisa.

Aunque Tarifeño admitió que la pandemia suspendió muchos espacios de encuentro en donde los adultos proponían recorridos por los libros para fomentar la comprensión de textos, agregó que las cifras que se difunden no siempre marcan la dificultad de los textos sino de la mediación. Es decir, muchas veces las infancias no comprenden lo que leen porque en realidad no interpretan consignas escolarizadas que escapan a sus intereses.

"A veces vamos a los intereses de las infancias y sí encontramos la comprensión, o textos que sirven como trampolín para mejorar esa comprensión lectora", dijo y recordó la importancia de tomar la alfabetización como un proceso siempre inacabado, en permanente construcción.

nenes libros

Tarifeño destacó el rol de la familia en este proceso de aprendizaje. Agregó que las aulas muestras perfiles heterogéneos, y que no es lo mismo trabajar con niños y niñas que vienen de hogares donde los libros abundan o donde escuchan una lectura antes de dormir.

Por eso, agregó que las escuelas están por recibir libros para todos los estudiantes de primaria, de primero a séptimo grado, que están destinados a los hogares y no a los establecimientos. ¿Qué buscan? Esa experiencia tangible de convivencia con un libro, de observar las portadas y recorrer las páginas para empezar a familiarizarse con el objeto y con todos los mundos que propone su lectura. En ese camino, los docentes tienen el rol de puentes, para acompañar la incorporación de esas antologías en la vida familiar.

Nenes leyendo

Tarifeño dijo que no reniega de la difusión de textos digitalizados y aclaró que muchas veces recurre a los PDF para acceder a ediciones ya agotadas o libros que no están disponibles en la zona. Por eso, consideró que la lectura cotidiana es mucho más accesible que años atrás. Incluso ahora, recibe mensajes de los propios estudiantes o sus familias que le piden recomendaciones de nuevos autores o cuentos.

Con una producción cada vez más abundante de textos literarios, rescató a los autores más clásicos para las infancias argentinas. Señaló que la lectura de María Elena Walsh o Elsa Bornemann es imprescindible, pero también destacó las plumas locales, con María Cristina Ramos como una exponente cercana, pero no menos valiosa, de la literatura infantil.

Así, en un mundo donde la información abunda, ya no hay que desempolvar los viejos tomos de las estanterías de los abuelos. E incluso en medio de la competencia de los formatos audiovisuales y de la exposición excesiva a las pantallas, algo tan simple como leer un cuento sigue abriendo las puertas a mundos imposibles que estimulan, sobre todo, la alfabetización y unas ganas renovadas de seguir leyendo.

"Es cierto que se lee menos, pero todos leemos menos", explicó la cuentacuentos Ileana Panelo, que aseguró que parte de la falta de lectura se porque los niños no ven en su casa a los adultos leyendo por goce y disfrutando de un libro. Por el contrario, consideran que leer es una tarea o un instrumento para saber algo, para realizar un ejercicio escolar. "No ligamos al libro al placer", dijo Ileana y aseguró que tanto niños como adultos dejaron de leer por placer.

Entrevista Ileana Panelo.mp4

Agregó que si los chicos observan a sus padres o a otros adultos leyendo por placer, pueden comenzar a incorporar el hábito, que será beneficioso a largo plazo para fomentar la comprensión lectora. "Tendríamos que buscar las herramientas, y hay muchas, para que los chicos elijan leer, se diviertan y puedan leer para explorar otros mundos", señaló.

"La lectura empieza por leer lo que hay alrededor, y es importante contarles cuentos, aunque nos dé fiaca", dijo la especialista, que agregó que los adultos deben hacer su propio viaje con un cuento para entregar la primer puerta hacia la lectura infantil.

Por eso, recomendó que los propios adultos lean y que lean junto a los niños para evitar que los chicos vean las lecturas escolares como una obligación sino como un hábito compartido, un espacio de intercambio para tejer los vínculos entre generaciones.

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