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La Mañana Rincón de Emilio

Rincón de Emilio ya tiene su espacio cultural en homenaje a Irma Cuña

El lugar lleva el nombre de la reconocida escritora neuquina al cumplirse 90 años de su natalicio.

Al cumplirse el nonagésimo aniversario del natalicio de la escritora y ensayista neuquina Irma Cuña, se inauguró este sábado un espacio cultural que lleva su nombre, ubicado en la calle Asia 390 del barrio Rincón de Emilio.

El Espacio Cultural Irma Cuña, que fue impulsado por la comisión vecinal del barrio, cuenta con una sala dedicada a la memoria de la escritora, nacida en la ciudad de Neuquén en 1932, en la que se pueden apreciar objetos, documentos, obras artísticas, libros y pertenencias que ella misma donara a la biblioteca que funcionó en el lugar hasta hace unos años. Por otra parte, el lugar expondrá materiales a préstamos en forma de muestras temporarias ya que el objetivo es ofrecer a los vecinos e instituciones educativas un espacio dedicado al ejercicio de la memoria por esta escritora que tuvo trascendencia nacional e internacional. En otro sector, habrá un espacio dedicado a recorrer la historia del barrio y sus pioneros. De la actividad participó Susana Silberstein, hija de Irma Cuña.

Además de la inauguración del centro cultural se presentó el libro “Yo conocí a Irma”, una antología que recopila el testimonio de personas que tuvieron vinculación en distintos ámbitos con la autora de “Neuquina”, “El riesgo y el olvido”, entre otros libros de poesía.

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El libro fue dirigido y compilado por Etherline Mikëska quien señaló que la obra "nos muestra a Irma en su cotidianeidad con sus alegrías y sus aflicciones”. Señaló que fue “un ser maravilloso que dejó huellas mostrándonos un corazón comprometido, coherente y tenaz en el espejo del tiempo, desde donde seguir escuchando sus susurros en el viento amontonado de afectos”.

Durante el evento, los escritores Ricardo Costa, Raúl Mansilla y Carita Rita Medina, y la profesora de Letras, Enriqueta Morillas Ventura se refirieron a su obra literaria y ensayística.

Para Mikeska, Cuña ha sido “una intelectual con una extensa y nutrida labor en el ámbito académico y fue la voz femenina en Neuquén cuando no existían los derechos humanos, cuando la docencia para la mujer también era difícil, tan difícil que tuvo que exiliarse en el exterior”. Cabe señalar que en 1975, junto a su esposo, el economista Enrique Silberstein, debió exiliarse por las amenazas sufridas por la Triple A. Los años de destierro marcó su obra en la que reflejó su compromiso con la defensa de los derechos humanos y de la mujer.

“Fue una intelectual con una extensa y nutrida labor en el ámbito académico y fue la voz femenina en Neuquén cuando la docencia para la mujer también era difícil”, expresó la escritora Etherline Mikeska

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El 2 de septiembre se celebra el Día de la Poesía Neuquina en homenaje al nacimiento de la escritora Irma Cuña, una de las figuras de la cultura de la provincia.

El 2 de septiembre se celebra el Día de la Poesía Neuquina en homenaje al nacimiento de la escritora Irma Cuña, una de las figuras de la cultura de la provincia.

Desde 2016, cuando la Legislatura de Neuquén aprobó el proyecto impulsado por Mikeska -que contó con el apoyo de la Casa de las Leyes y la Dirección Provincial de Cultura-, de establecer el 2 de septiembre como Día de la Poesía Neuquina, cada año se recuerda a quien, en 1999, se convirtió en la primera mujer patagónica en ser designada miembro de la Academia Argentina de Letras en representación de la literatura patagónica.

Además Cuña fue una de las más destacadas investigadoras sobre la utopía en la literatura latinoamericana, entre otras labores académicas.

El Espacio Cultural del barrio Rincón de Emilio también ofrece un lugar dedicado a la escritora e investigadora.

Luego de realizar sus estudios primarios y secundarios en escuelas de la capital neuquina, fue becada en la Universidad del Sur, en Bahía Blanca, donde se recibió de profesora de Letras. En esta casa de altos estudios fue discípula del ensayista Ezequiel Martínez Estrada y posteriormente estudió oralidad y escritura en el College de France donde comenzó su tesis doctoral sobre el personaje del Siglo de Oro Español Pedro de Urdemales que terminó en sus años de exilio en la Universidad Autónoma de México, para obtener su doctorado en literatura española.

A comienzos de los ’90 regresó a Neuquén donde ejerció la docencia en la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) y, como investigadora en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), estuvo a cargo de la Cátedra Libre de Pensamiento Utópico en la Facultad de Humanidades de la mencionada casa de altos estudios, donde dedicó sus estudios al pensamiento utópico latinoamericano.

Esta temática la llevó a escribir numerosos trabajos como “América Latina, utopía o realidad”; “América Latina, la utopía como síntoma”; “Utopía musical en Daniel Moyano” e “Identidad y utopía, dos grandes sombras en Latinoamérica”, publicado en el año 2000 por la Universidad Nacional del Comahue. Su producción crítica consta de títulos como “Inmortalidad y ausencia de Pedro de Urdemales”, “Símbolos de ‘Don Segundo Sombra’” y “El mito de Narciso en la poesía de García Lorca".

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En el Espacio Cultural del barrio Rincón de Emilio se exhiben libros, documentos y otros materiales de la escritora.

En el Espacio Cultural del barrio Rincón de Emilio se exhiben libros, documentos y otros materiales de la escritora.

Un libro con los recuerdos de quienes la conocieron

Al mismo tiempo en que se inauguraba el Espacio Cultural en el barrio Rincón de Emilio, en el Centro Cultural Alberdi se presentó el libro Yo conocí a Irma, una antología testimonial editado y compilado por Etherline Mikeska, en el que participaron quienes frecuentaron a la escritora que murió en mayo de 2004.

En el libro escribieron sus recuerdos, experiencias y anécdotas con Cuña, María Pugliese, Daniel Bagnat, Lilí Muñoz, Mariela Giana, Sara Riquelme, Marita Molfese, María Inés Palleiro, Etherline Mikëska, Hilda López y Oscar Sarhan. En la presentación algunas de las autoras de la obra brindaron sus relatos e historias sobre la escritora.

Por la mañana la escritora fue recordada en el monolito central del bulevar que lleva su nombre en Avenida Argentina entre Roca y Carlos H. Rodríguez. En las actividades estuvo presente su hija Susana Silberstein.

Cabe recordar que la Biblioteca Pública Provincial, ubicada en la calle Hipólito Irigoyen 280 de esta ciudad, cuenta en su fondo bibliográfico con gran parte de lo que fuera la biblioteca personal de la poeta neuquina. En el lugar, el público tiene a disposición para consultar los libros de su juventud, de su formación, de sus especializaciones, así como libros obsequiados a ella por otros poetas y escritores y, por supuesto, los de su autoría.

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Un grupo de escritoras presentaron en el Centro Cultural Alberdi el libro

Un grupo de escritoras presentaron en el Centro Cultural Alberdi el libro "Yo conocí a Irma", una antología testimonial.

Ayer, al cumplirse los 90 años de su nacimiento, Irma Cuña fue homenajeada por los escritores de la ciudad que tanto quería y a la que le dedicó muchas de sus obras literarias como el poema "Neuquina" en el que escribió los siguientes versos: "Nací en Neuquén, oasis del desierto,/ inmenso reino del potente viento,/ millonario de arenas y de piedras, (...) Nací en Neuquén y por las noches hondas,/cuando todo se acalla, mi alma loca/ trepa las bardas, atraviesa el río,/ y tras la Cruz del Sur halla el camino/ que conduce al secreto primitivo. (...) Naci en Neuquén, sonrisa del desierto,/ y en él quiero dormir el largo sueño".

“Eligió volver a Neuquén para seguir la construcción de su obra literaria”

El periodista y escritor Gerardo Burton señaló que Irma Cuña pudo quedarse en Buenos Aires como científica e investigadora, profundizar sus teorías sobre la utopía y el pensamiento utópico latinoamericano, sin embargo eligió “volver a Neuquén y aceptar el desafío de continuar la construcción de su obra poética, en paralelo con sus investigaciones filosóficas, que, con la poesía, se alimentaban recíprocamente”.

Su obra poética está conformada por los libros “Neuquina”, “El riesgo y el olvido”, “Cuando la voz cae”, “Menos plenilunio”, “Maneras de morir”, “El extraño” y “La divisa del emboscado”.

En 2010, el crítico literario Jorge Monteleone la incluyó en el libro “200 años de Poesía Argentina”, publicado por Alfaguara. En la introducción del libro, Monteleone escribió que “Irma Cuña escribió toda su vida poesía; era una gran crítica literaria, vivió mucho tiempo en Buenos Aires pero volvió a Neuquén, donde terminó siendo reconocida como la máxima poeta de la provincia y una de las poetas emblemáticas de la Patagonia. En Neuquén la conoce todo el mundo, pero en Buenos Aires nadie”. Los poemas de la poeta fallecida en mayo de 2004 incluidos en esta edición son “Patagonia”, “Una manera de morir”, “Y otra”, “La noche entera” y “El príncipe”.

Unos años después, en 2013, con prólogo de Irene Gruss, la editorial Fondo de Cultura Económica publicó “Pasajera del viento”, una antología de su obra poética. En el prólogo, Gruss afirmó que la poesía de Cuña “trasciende territorios para estar entre las más bellas y las más dolidas o dolorosas de su generación". Agregó que "uno de los territorios que trasciende la poesía de uña es aquel que designarían palabras como 'patagónica' o 'argentina': la poesía que logra serlo no debería tener la medida de lo geográfico, ni siquiera con el pretexto de la identidad. La arena y el viento patagónicos están, a veces, en la poesía de Irma, pero no son la poesía de Irma. La patria –la matria– de una poeta es la lengua en que escribe”.

Irma Cuña falleció el 16 de mayo de 2004 en la ciudad de Neuquén.

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