El hombre salió despedido por el aire y las imágenes impactan. El accidente deja al descubierto la negligencia y las fallas de seguridad del autódromo porteño. ¿Quién se hace cargo?
Las imágenes son muy fuertes. Cuesta digerir las dramáticas e impresionantes escenas. No ponerse mal con ellas y con la triste noticia del posterior deceso del trabajador.
Un auxiliar de pista cumpliendo a la perfección su trabajo, que perdió la vida producto de la negligencia ajena. El hombre se bajó de la camioneta oficial para socorrer a un vehículo fuera de la pista pero fue impactado por un auto de la competencia que había perdido el control (el de Mauricio Giovanetti) y giraba a unos 180 kilómetros por hora.
Todo sucedió en el mítico autódromo Gálvez porteño en el marco del ProCar 4000 y el mundo tuerca y el deporte en general están de duelo.
¿Por qué no entró en escena el PaceCar (auto de seguridad)? ¿Qué pasó con vialidad? Son algunas de las preguntas que se hacen los seguidores del automovilismo, que nuevamente se ve conmocionado por otro fatídico episodio.
La camioneta de rescate se había detenido para asistir al piloto Leonardo Olmos cuando Giovanetti perdió el control de su vehículo e impactó de lleno contra ambos coches y contra el empleado, que salió volando por los aires.
Advertencia! Las imágenes pueden herir su susceptibilidad
"Fue un error humano del deportivo a cargo de la pista. Para que la camioneta de rescate entre a esa zona debía estar la carrera neutralizada", esgrimieron fuentes de la categoría al sitio Toda Pasión.
La víctima del lamentable episodio fue trasladada al hospital Santojanni en gravísimo estado y lamentablemente, según las crónicas de los portales fierreros, falleció horas más tarde.
El caso trajo a la memoria la reciente muerte de Juan Carlos Iglesias, en otro trágico hecho que podría haberse evitado. El 6 de abril, durante la realización de un entrenamiento de la monomarca Fiat 128, el piloto de 40 años sufrió un terrible accidente en el que su auto se prendió fuego en el autódromo “Yaco Guarnieri”.
Fue un momento desesperante en el que a la ambulancia presente no podían ponerla en marcha (era una Renault Kangoo) y tuvo que ser atendido por colegas tras estar más de 5 minutos dentro del auto en llamas. El piloto inhaló muchos gases y sufrió quemaduras en el 40% de su cuerpo. Finalmente, el 20 de abril Iglesias, de una familia tradicional del automovilismo, perdió la vida.
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