Un robot escribió dos cuentos y analizó la historia neuquina
Tres ejemplos para analizar el poderoso portal de inteligencia artificial que está en boca de todos.
“La inteligencia artificial (IA) ha llegado para quedarse y seguirá siendo una parte importante de nuestro mundo en el futuro. La IA ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años, gracias al avance en la capacidad de procesamiento de datos y la disponibilidad de grandes cantidades de datos para entrenar los modelos de IA”.
Este texto es lo que me contestó la propia inteligencia artificial curando le consulté cuál era su futuro y de qué manera impactaría al mundo.
Por estos días es noticia una plataforma digital que generó un gran revuelo en el mundo: Opinai.com, que a través de la herramienta “Chat GPT” es capaz contestar cualquier pregunta, elaborar textos literarios y analizar escenarios políticos, sociales y de cualquier tipo a partir de una potente base de datos que procesa en cuestión de segundos.
A partir de semejante propaganda, me pegunté si este monstruo inteligente (podríamos llamarlo robot, también) tendría la capacidad de elaborar textos a partir de la historia de la provincia de Neuquén, desde sus años más remotos.
Un primer ejercicio que me pareció interesante fue pedirle su opinión sobre qué hubiera ocurrido con la ciudad de Neuquén si el gobernador Carlos Bouquet Roldán no hubiera tomado la decisión de trasladar la capital desde Chos Malal hacia el territorio neuquino.
Aunque me pareció algo imposible, entré a la plataforma y le escribí la pregunta al mega robot que me esperaba. La respuesta, tardó 10 segundos. Y fue la siguiente:
“Es difícil predecir exactamente lo que hubiera sucedido si el gobernador de Neuquén, Carlos Bouquet Roldán, no hubiera trasladado la capital de Chos Malal a la Confluencia en 1904. Sin embargo, es probable que la ciudad de Neuquén no hubiera existido tal como la conocemos hoy en día.
Antes del traslado de la capital, la Confluencia era una zona despoblada y poco habitada, a diferencia de Chos Malal, que ya era una ciudad establecida con una población considerable. Es posible que, si el gobernador no hubiera decidido trasladar la capital a la Confluencia, la ciudad de Chos Malal hubiera continuado siendo la capital de Neuquén y se hubiera desarrollado de manera diferente.
Sin embargo, es importante señalar que la región de la Confluencia tenía un gran potencial de desarrollo debido a su ubicación estratégica en la confluencia de los ríos Limay y Neuquén. Es posible que, con el tiempo, la zona hubiera sido objeto de atención por parte de otros líderes políticos y empresarios, lo que podría haber llevado al establecimiento de una ciudad en la región.
En cualquier caso, es difícil predecir con certeza lo que hubiera sucedido. Lo que sí es cierto es que el traslado de la capital a la Confluencia fue un factor clave en el desarrollo de la ciudad de Neuquén y su crecimiento económico y social en el siglo XX. La ciudad se convirtió en un centro importante de la industria petrolera y una ciudad moderna y próspera en el corazón de la Patagonia argentina”.
Es cierto que la pregunta que le formulé era contrafáctica y que la respuesta podría haber sido cualquiera, pero lo que llamó la atención fue la velocidad con la que buceó en ese enorme océano de datos acumulados en la gran red para escribirlos da manera correcta, en el idioma español y con una lógica creíble.
Me quedé pensando en que realmente era algo posible teniendo en cuenta semejante cantidad de información acumulada, por lo que decidí complicarle un poco más las cosas. ¿Sería capaz de narrar una historia ubicada en la Neuquén de principios del siglo pasado creando una trama y personajes de ficción?
Le dije al ya admirado robot que escribiera un cuento policial. El escenario, un bar o una pulpería neuquina donde dos hombres se pelearon.
La respuesta llegó en 15 segundos (créanme que no fueron más que eso). Y fue la siguiente:
“En la pequeña pulpería de Neuquén, los paisanos se reunían a diario para charlar, tomar una copa de vino y jugar al truco. Pero una tarde, la calma del lugar se vio perturbada por una pelea entre dos hombres que discutían acaloradamente sobre un tema que nadie supo a ciencia cierta cuál era.
Los demás clientes se apartaron, dejando a los dos hombres frente a frente, intercambiando insultos y empujones. La tensión creció rápidamente, hasta que uno de ellos sacó un cuchillo y lo apuntó hacia el otro.
La situación se volvió peligrosa rápidamente y la gente de la pulpería llamó a la policía. Cuando los agentes llegaron, los hombres ya habían abandonado el lugar, pero se pudo averiguar sus identidades y la policía inició una búsqueda para encontrarlos.
Horas después, la policía encontró a los dos hombres en una calle cercana, con los cuchillos en mano, listos para enfrentarse en un duelo a muerte. Los oficiales intentaron detenerlos, pero los hombres se negaron a escuchar y comenzaron a luchar.
El sonido de los cuchillos chocando llenó el aire, mientras los dos hombres se movían con rapidez, cada uno buscando la oportunidad de herir al otro. La gente que había salido de sus casas al oír el ruido, se reunieron alrededor de ellos, sin saber cómo intervenir en la pelea.
Finalmente, uno de los hombres logró hacer un corte profundo en el brazo de su oponente, lo que lo dejó herido y sin defensa. Los oficiales aprovecharon la oportunidad para intervenir y detener a los dos hombres, que fueron llevados a la cárcel acusados de intento de homicidio.
La ciudad se llenó de rumores sobre la pelea y el duelo a cuchillo, y la pulpería fue cerrada por un tiempo. Pero la vida en Neuquén volvió a su ritmo normal con el paso del tiempo, y la gente comenzó a olvidar la pelea que casi termina en tragedia.
Sin embargo, los habitantes de la ciudad nunca olvidaron la lección que dejó aquel incidente: que la violencia nunca lleva a nada bueno, y que es mejor resolver las diferencias mediante el diálogo y el respeto mutuo”.
Es un relato que tiene la estructura de un cuento simple: un comienzo, un desarrollo, un nudo o conflicto y un final. No cuenta con recursos literarios muy elaborados, ni metáforas o grandes combinaciones de palabras, pero lo asombroso es que con solo las palabras “Neuquén”, “pelea”, “duelo”, “principios del siglo pasado” y ”pulpería” el robot elaboró un cuento. Y en 15 segundos.
Más maravillado todavía y con ganas de que nuestro escritor de cerebro gigante, aunque sin alma ni corazón, siguiera creando, le pedí otro breve cuento. Esta vez que fuera una historia de amor. El argumento era muy simple: un hombre llega al territorio de Neuquén en la década del 10 y se enamora de una mujer. En 10 segundos, el robot, esta vez un poco más nostálgico (acaso más sensible) cumplió mi pedido de esta manera:
“Había una vez un hombre llamado Juan, que en el año 1910 llegó a la ciudad de Neuquén, en la Patagonia Argentina. Juan venía de Buenos Aires y había decidido viajar en busca de aventuras y nuevas experiencias.
Una tarde, mientras paseaba por la plaza principal de la ciudad, Juan se encontró con una hermosa mujer llamada Ana. Ana tenía el pelo oscuro, los ojos verdes y una sonrisa que iluminaba su rostro. Juan quedó cautivado por su belleza y decidió acercarse a hablar con ella.
Con el tiempo, Juan y Ana comenzaron a conocerse mejor. Descubrieron que compartían intereses similares y pasaron muchas horas conversando sobre música, literatura y arte. Juan se dio cuenta de que estaba enamorado de Ana y se lo confesó.
Ana también se había enamorado de Juan, y juntos comenzaron una relación que duraría muchos años. Se casaron en una pequeña iglesia de la ciudad y construyeron una vida juntos. Tuvieron hijos, trabajaron duro para construir su hogar y enfrentaron juntos los desafíos que la vida les presentó.
A través de los años, Juan y Ana fueron testigos de muchos cambios en Neuquén y en Argentina. Vieron cómo la ciudad crecía y se desarrollaba, cómo la gente llegaba de todas partes para establecerse allí y cómo la cultura y la sociedad evolucionaban.
Pero a pesar de todo, su amor nunca disminuyó. Juan y Ana se convirtieron en un ejemplo de amor verdadero y duradero, que trascendió las barreras del tiempo y del espacio. Su historia de amor fue contada de generación en generación, y se convirtió en una leyenda en la ciudad de Neuquén.
Y así, el amor entre ellos quedó como una de las historias más hermosas y memorables de la Patagonia Argentina, un testimonio del poder del amor verdadero y la fuerza de la unión entre dos personas que se aman”.
Fue otro cuento distinto, más sensible, claro, porque yo le había pedido una historia de amor en la Patagonia, pero no dejaba de sorprenderme que a una velocidad increíble lo hubiera elaborado una máquina.
Le pregunté si en poco tiempo más se podrían elaborar textos literarios más complejos, imaginando obras clásicas que tuvieran historias de ficción atrapantes como las que alguna vez elaboraron los grandes escritores. Me respondió que sí, aunque reconoció que aún hay cosas que las máquinas no pueden hacer.
"Aunque la inteligencia artificial puede producir textos literarios complejos, aún hay desafíos significativos en la creación de textos que sean tan ricos y matizados como los escritos por autores humanos. La literatura implica no solo la gramática y el vocabulario, sino también el estilo, la voz, la emoción y la creatividad, aspectos que aún son difíciles de imitar", aseguró.
Me despedí de mi nuevo amigo robot, cerré la plataforma y me quedé pensando (maravillado, claro) sobre esta experiencia tan interesante. Había interactuado con la tan mentada inteligencia artificial que acaba de desembarcar en estos tiempos tan locos y vertiginosos. Algo increíble.
Estoy convencido que este nuevo modo de comunicación y creación llegó para quedarse y que en un tiempo cercano se convertirá en una herramienta poderosa sin límites y con una proyección difícil de imaginar.
Después de todo, el robot que me escribió un análisis y dos cuentos en menos de un minuto hoy es apenas un novato. Me gustaría volver a encontrarlo cuando sea un tipo más experimentado y con más información. ¿De qué sería capaz? ¿Se lo imaginan?.
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