Muchos sectores del trabajo perdieron con la inflación. Massa pide evitar la indexación directa. Hay elecciones.
La Copa del Mundo en la previa de las fiestas de fin de año y ahí nomás del boom de las vacaciones en casi todos los sitios del país y también de la provincia alivianaron el peso del paso de enero, el mes que no se termina nunca, según la fama bien ganada.
Mientras tanto, la política, las empresas y los gremios avanzan hacia unas paritarias con múltiples condicionamientos externos y la presión de las bases de la mayoría de los sectores, que cedieron poder de compra de sus ingresos.
En Neuquén abrirá el juego el gobierno provincial con la convocatoria a los gremios de sus trabajadores. ¿Podrá ofrecer la continuidad de la indexación por inflación con un bono previo, como pretenden los gremios?
En principio, la gran incidencia del petróleo y el gas en la economía neuquina blindaría a la actividad provincial de la contracción del crecimiento del PBI que avizoran los economistas para este año. Si Neuquén no puede seguirle el ritmo a la inflación con su gasto en personal, ninguna provincia podría.
Da la impresión de que la ecuación actual de las paritarias no es impagable con los ingresos del Estado, atados en buena medida al nivel de la actividad económica. Pero las cuentas públicas no son la única variable en el turno de paritarias para establecer los aumentos salariales del año en curso.
Hay presiones políticas fuertes sobre las paritarias 2023. El ministro de Economía, Sergio Massa, presiona por acuerdos entre empresarios y sindicalistas que no superen el 60 por ciento de incremento anual, evitando fórmulas que indexen los salarios según avance la inflación.
El gobierno cifró en el 60 por ciento su estimación de inflación para este año, luego de cerrar el anterior con 95 por ciento. Massa baja línea a las partes en tensión en las paritarias más importantes para que no convaliden incrementos por encima de su estimación inflacionaria, la razón es que considera que acuerdos más altos tendrían efectos sobre al alza del IPC.
La federación de los mercantiles fue una de las que cerró en estos días la paritaria del año pasado.
Los trabajadores del sector llegarán a un incremento superior al ciento por ciento en un año con 95 por ciento de inflación a nivel nacional.
Hay otros sectores de la economía que tienen que ponerse al día e materia salarial antes de arrancar a negociar lo que viene. El cierre de Comercio es un argumento para los representantes de los trabajadores de los sectores que tienen que sentarse.
Por otro lado, hay elecciones, en Neuquén antes que a nivel nacional. El gobernador que asumirá el 10 de diciembre en lugar de Omar Gutiérrez será elegido el 16 de abril.
Las paritarias del sector estatal abrirán las discusiones entre patronales y trabajadores en la provincia. El gobierno de Gutiérrez tiene planeado romper el hielo con los gremios antes de que termine enero, anunció hace unos días el ministro de Gobierno y Educación, Osvaldo Llancafilo.
Las negociaciones del sector estatal provincial todos los años están condicionadas por las asambleas del gremio de los docentes, ATEN, porque en el caso de un rechazo de las mismas a los términos de la negociación queda en riesgo el normal inicio de las clases. Ese límite, este año está a un mes de las elecciones por la Gobernación. Y sobre la hora de las urnas debería estar cerrando paritarias el sector petrolero.
El futuro cercano le quita peso también al paso de enero del 2023.
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