Tres de los cuatro equipos que llegaron a semifinales de la Copa de la Liga lo hicieron con entrenadores sin cartel y mucho trabajo.
Normalmente en Argentina se hace hincapié en la calidad de los futbolistas de nuestro país, porque además de sus virtudes técnicas y físicas, hay un fuego sagrado que los hace diferentes en el mundo. Por su parte, los técnicos, además de quedar en segundo o tercer plano a la hora de los elogios, solo son destacados cuando tienen buena prensa.
Esta Copa de la Liga que se está jugando, en su versión Apertura, está haciendo justicia con aquellos que sin tanto nombre le ganaron al marketing con gestiones excepcionales.
El contraste más claro es el de la dupla Orsi-Gómez, eliminando al poderoso River de Marcelo Gallardo, cuando incluso el arbitraje de Yael Falcón Pérez fue vergonzosamente favorable al Millonario.
Desde lo futbolístico, Platense perdió a su capitán Gastón Suso y a su goleador Mateo Pellegrino en el último mercado de pases.
El plantel del Calamar está tasado en 24 millones de dólares contra 104 de River y la dupla, que pasó por muchos clubes del ascenso, lo dejó afuera con autoridad.
Julio Vaccari tomó las riendas de Independiente en un momento crítico, después de muchos años de técnicos que le hicieron gasta fortuna al club y nunca se identificaron con la historia del Rojo. Con una creatividad y conocimiento asombrosos, rearmó el plantel a un costo bajísimo. Jugadores como Kevin Lomónaco, Álvaro Angulo y Felipe Loyola hoy son de lo mejor del continente.
Independiente juega como sus hinchas quieren y está más cerca de un título local que nunca en los últimos 23 años.
Frank Darío Kudelka fue subcampeón el año pasado con un plantel por el que muy pocos apostaban. En el medio le vendieron su mejor jugador, Ignacio Pussetto, después le desarmaron el medio por completo (Fattori, Echeverría y Alarcón) y la defensa. Con jugadores que no venían de casi ningún éxito, venció a la localía más fuerte del fútbol argentino, la de Rosario Central.
Si bien es cierto que el formato del torneo, con playoffs desde octavos de final, favorece a que cualquiera le pueda ganar a cualquiera, los tres casos mencionados son de equipos llegaron a semifinales con argumentos futbolísticos. Vaccari desde un esquema más propositivo y tanto Kudelka como Orsi-Gómez con equipos de respuesta, pero que se metieron entre los cuatro mejores de la Copa de la Liga en forma totalmente merecida.
Otros equipos y técnicos con otra chapa como Boca, Racing y River, tuvieron papeles muy flojos en los cruces. Junto al experimentado y ganador Miguel Ángel Russo, que está haciendo un milagro en medio de la crisis institucional de San Lorenzo, los técnicos mencionados enaltecen su oficio y demuestran que el fútbol argentino es uno de los mejores del mundo también gracias a sus entrenadores y a pesar de muchos de sus dirigentes.
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