A partir de relatos estudiantiles, el gobierno provincial activó operativos que revelaron empleo informal de menores en locales gastronómicos de Neuquén.
La ciudad de Neuquén fue escenario en los últimos días de un operativo que reveló una situación preocupante: adolescentes trabajando en locales gastronómicos en condiciones que podrían estar por fuera de lo que establece la ley. Aunque no es la primera vez que se detecta este tipo de trabajo en la región, lo que distingue a esta intervención es la forma en la que se gestó: todo comenzó en las aulas.
Cecilia Otiñano, directora provincial para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y Protección del Trabajo Adolescente, explicó que las inspecciones recientes se originaron gracias a un trabajo articulado entre el Ministerio de Educación y el Ministerio de Trabajo de la provincia. Desde el año pasado, y a lo largo de este 2025, el equipo a su cargo viene desarrollando talleres en escuelas secundarias con el objetivo de informar a los y las adolescentes sobre sus derechos laborales y sobre el marco legal que regula el trabajo a partir de los 16 años.
Pero en el transcurso de esos encuentros educativos comenzó a surgir un patrón inesperado. Durante una dinámica participativa, donde se les pedía a los estudiantes de 4° y 5° año que dibujaran o relataran una experiencia laboral propia o de alguien cercano, se repitieron con frecuencia los mismos escenarios: adolescentes trabajando en locales gastronómicos, especialmente en cadenas de comida rápida, cumpliendo jornadas extensas, sin descansos y, en algunos casos, sin estar registrados.
“En esas devoluciones, lo que aparecía reiteradamente eran situaciones laborales que no coincidían con lo que establece la Ley 26.390”, señaló Otiñano en declaraciones radiales.
Frente a esta información, el equipo técnico de la Dirección no dudó en avanzar. En lugar de dejar pasar lo que podrían haber sido comentarios aislados, decidieron tomarlos como una señal de alerta y activar los mecanismos de fiscalización disponibles. “Nos pareció fundamental transformar esa información cualitativa que surgía en los talleres en una acción concreta. No podíamos quedarnos solo en la prevención desde el discurso”, remarcó la funcionaria.
Fue así que se articularon acciones con la Subsecretaría de Trabajo, en particular con la Dirección de Fiscalización y Multas, que cuenta con la Policía de Trabajo como brazo operativo. Se diagramó un operativo específico para relevar las condiciones de trabajo en aquellos locales mencionados por los propios adolescentes durante las actividades escolares.
El operativo se llevó a cabo la primera semana de mayo, durante dos jornadas consecutivas, y abarcó varios locales comerciales de la ciudad de Neuquén. Según confirmó Otiñano, en al menos algunos de ellos se comprobó la presencia de menores de edad trabajando, lo que derivó en la apertura de procesos administrativos. Ahora, las empresas tienen un plazo de cinco días hábiles para presentar la documentación que respalde la legalidad del vínculo laboral o para hacer los descargos correspondientes. Solo después de ese proceso podrá determinarse si efectivamente se incurrió en una infracción.
“El procedimiento no busca sancionar por sancionar, sino verificar que se cumpla la ley. Si un adolescente trabaja, debe estar protegido. Debe tener un horario limitado, no puede realizar tareas peligrosas, debe contar con autorización de sus padres o tutores, y, sobre todo, no puede dejar la escuela por trabajar”, explicó.
Además, Otiñano confirmó que no es la primera vez que desde su área se realizan este tipo de acciones. El año pasado también se llevaron a cabo inspecciones motivadas por la información obtenida en talleres, y los resultados fueron similares. Sin embargo, el hecho de que las mismas problemáticas reaparezcan habla de la necesidad de sostener y ampliar este tipo de estrategias.
“La escuela es un espacio privilegiado para detectar estas situaciones. Los y las adolescentes confían en esos espacios, se sienten seguros para contar lo que les pasa o lo que ven. Por eso insistimos en que esta articulación entre educación y trabajo es fundamental”, destacó.
Desde la Dirección también adelantaron que continuarán con este esquema de intervención. Se prevén nuevos talleres en más escuelas, así como operativos de fiscalización en otras localidades de la provincia. La intención es doble: empoderar a los y las adolescentes a través del conocimiento de sus derechos y, al mismo tiempo, garantizar que las empresas cumplan con la ley.
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