Si hay funciones simples que no podés realizar, podrías estar siendo víctima de una de las estafas virtuales más peligrosas. ¿Cuáles son los indicios para detectarlo?
Los delitos digitales no paran de diversificarse y afectar a miles de usuarios desprevenidos. En particular, uno de los métodos más utilizados por los ciberdelincuentes para robar dinero consiste en tomar el control del número de celular de la víctima, duplicando su SIM.
Este tipo de fraude se conoce como SIM swapping y permite acceder a mensajes de verificación, redes sociales y, sobre todo, a cuentas bancarias.
A simple vista, el teléfono solo parece presentar un problema técnico: la señal se cae, los mensajes no se envían y las llamadas no entran ni salen. Sin embargo, ese “fallo” puede indicar que el número fue duplicado y está siendo usado desde otro dispositivo por una persona desconocida.
Una vez que los estafadores controlan la línea, logran resetear contraseñas, obtener códigos de seguridad y vulnerar las cuentas personales más sensibles.
Reconocer los síntomas del SIM swapping a tiempo puede marcar la diferencia entre evitar un fraude o perder el acceso a cuentas bancarias. Existen varios indicios claros que conviene tener en cuenta:
Sin llamadas ni mensajes: Si el celular deja de enviar o recibir mensajes y llamadas sin explicación, es posible que la línea haya sido duplicada y la SIM original desactivada.
Notificación del proveedor: Algunas empresas de telefonía envían alertas cuando se activa una SIM en otro dispositivo. Si recibís ese aviso y no fuiste vos quien lo solicitó, se trata de una señal de alarma.
Bloqueo en cuentas bancarias: Cuando los estafadores toman el control del número, muchas veces cambian contraseñas o claves, por lo que el usuario no puede ingresar al homebanking ni recibir los códigos de seguridad por SMS.
Aunque cada caso puede variar, estos tres elementos suelen repetirse en la mayoría de los fraudes mediante intercambio de SIM. Estar atentos a los cambios súbitos en el funcionamiento del celular es fundamental para reaccionar a tiempo.
Ante la mínima duda, el primer paso debe ser contactar a la empresa de telefonía para confirmar si se realizó algún cambio en la tarjeta SIM. Si se trata de un intento de duplicación, es clave pedir el bloqueo inmediato de la línea y la reposición segura de una nueva tarjeta.
En paralelo, se recomienda avisar al banco de manera urgente. Algunas entidades ofrecen canales rápidos para alertar sobre posibles fraudes o incluso bloquear de forma preventiva el acceso digital. En muchos casos, los bancos pueden otorgar nuevos datos de ingreso para recuperar el control de las cuentas afectadas.
También conviene revisar todas las cuentas vinculadas al número de teléfono: redes sociales, correos electrónicos y servicios de mensajería. Cambiar las contraseñas y activar la autenticación en dos pasos —preferentemente con aplicaciones como Google Authenticator— puede reducir el impacto del ataque.
El SIM swapping no requiere técnicas complejas, pero sí aprovecha momentos de distracción o información filtrada en internet. Por eso, además de la respuesta rápida, se aconseja limitar la información que se comparte públicamente y desconfiar de correos o mensajes que soliciten datos personales.
Las estafas digitales se vuelven más sofisticadas cada día, pero una combinación de atención, prevención y reacción rápida puede frenar a tiempo lo que, en pocos minutos, puede convertirse en un robo completo de identidad y dinero.
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