Don Ernesto Oyola nació el 22 de mayo de 1922. Uno de los cuatro hijos de don Lorenzo Oyola, argentino, y de María del Rosario Labrin, don Lorenzo fue uno de los constructores contratados por el Dr. Eduardo Talero para construir La Zagala.
Doña María del Rosario quedó viuda cuando su hijo Ernesto era pequeño. Contrajo nuevas nupcias con don Enrique Nordenstrom (h) con el que tuvo cinco hijos.
Don Ernesto concurrió a la escuela primaria a la antigua Escuela Nº 61: allí terminó 6to. Grado. La escuela ubicada en el bajo neuquino, en las calles Misiones y Planas, cuando era director el recordado Sr. Guiñazú.
A los 16 años realizó el curso de embalador de la fruta, y comenzó a trabajar en la chacra del Dr. De Zabaleta.
Desde muy joven empezó a escribir, a componer canciones. Y recuerda que en 1950 debió trasladarse a Córdoba por recomendación de la salud de su hijo, y regresó en 1958.
Empezó joven la carrera militar, y alcanzó el grado máximo de los suboficiales: Principal. Lo habían ascendido a Mayor, recuerda, pero desistió del nombramiento porque se acogía a la jubilación.
Sus escritos y canciones
A don Oyola siempre le gustó cantar y escribir. Uno de sus libros, Allá por el 22 vuelca su historia en ese libro en rimas y relata sucesos e imágenes de la vida cotidiana neuquina.
Les pido permiso a todos
Voy a contar una historia
Que la tengo en mi memoria
Y la relato a mi modo
Es de un niño que nació hace
Ya unos cuantos años,
Fue allá por el veintidós
Lunes veintidós de mayo.
Ese niño fue creciendo
A la par de sus hermanos
Por sus sentimientos sanos
A querer más, fue aprendiendo,
Y a su madre fue queriendo
Cada vez con más ternura
Y aun siendo una criatura
Odiaba verla sufriendo.
Hoy, llegando a los ochenta
No pretendía aconsejar
Pero si les va a dejar
Algo pa’ tener en cuenta,
“si un niño se te presenta
Y precisa compasión
Abrile tu corazón
Y tendrás tu recompensa”.
Su poesía Neuquén chiquito aporta imágenes y personajes del Neuquén de ayer.
Neuquén eras muy chiquito
Cuando yo te conocí
Fue lo primero que vi.
Dando débiles pasitos,
Todavía éramos poquitos
Nos conocíamos todos
Se vivía de otro modo
Algunos recuerdos cito.
Lo hago con todo respeto
Nombro algunos comerciantes
Con esos negocios de antes
Con un stock muy completo,
unos cajones repletos
De yerba, azúcar y arroz,
Todo lo que pienses vos
Por monedas y así suelto.
Eran ramos generales
Allí vendían de todo
Y ellos así de ese modo
Vendían hasta con vales,
Los que tenían animales
Traían sus lanas y cueros
Hacía un pedido primero
Y a descontar lo que sale.
Casa Carro, Casa Medi,
Casa Armas, Casa García,
Estaba la Flor del Día
Y también la Tienda Eddy,
Y si recuerdan ustedes
Panadería La Estrella,
Ferramola al frente de ella
Domene no se me quede.
Moretti tenía almacén,
Don Egide Restaurante
Aserradero, Franzán,
Linares estaba también,
Era chiquito Neuquén
Lo recuerdo con cariño
Me vuelvo a sentir un niño
Y esto me hace muy bien.
Otros libros de Ernesto fueron Este es el Neuquén que quiero, Si yo fuera presidente, en el que, en forma de verso, aconseja las cosas que haría para poder acceder a un puesto de gobierno, entre otras cosas.
“Así la vida es más linda / Milongas para cantar” en su rima le canta al amor y a la esperanza.
Cuatro veces Presidente
En la amena conversación con nuestro entrevistado, don Ernesto recuerda sonriente que fue “4 veces Presidente”: debido a su trabajo en el ejército se trasladó a la vecina localidad neuquina de Las Lajas:
-Presidente del Club del Ejército, en Las Lajas.
-Presidente del Casino de Suboficiales de Las Lajas.
-Presidente de la Peña Aichol en Las Lajas.
-Presidente de la Comisión de festejos de Las Lajas.
Su familia
En la década del ‘40 se casó con Elisa Esther Barrera, con la que tuvo dos hijos: Elida Beatriz y Ángel Abel, que le dieron muchos nietos y bisnietos.
El Escudo de Las Lajas
En 1971 fue el autor del escudo de Las Lajas, como lo muestra la fotografía en compañía del gobernador don Felipe Sapag y el reconocido escultor don Emilio Saraco. Recordemos que en esa localidad se desempeñó como Secretario de Gobierno en 1984.
Varios reconocimientos
En la pared de su comedor se pueden apreciar varias plaquetas de reconocimiento:
- En el 113 Aniversario de Las Lajas, por su valioso aporte a la cultura de la ciudad.
-La Municipalidad Neuquina lo reconoció como vecino ilustre, cuando Neuquén cumplió cien años de vida.
Cuando lo entrevistamos, hace más de una década, nos despedimos escuchando un tango de su autoría, 31 de diciembre, que forma parte del casette llamado De puro atrevido, en el que exalta el valor de dejar el año viejo y acceder al nuevo con esperanza, optimismo, alegría como es su vida. Próximo a cumplir sus noventa años nos habló de sus escritos, de sus nietos, de sus bisnietos, de los reclamos que les hace a las autoridades provinciales y municipales, que nos dan la pauta de sus ansias de vivir y de su espíritu inquieto.
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