Crear imágenes animadas a través de ChatGPT tiene un riesgo que pocos conocen

La Inteligencia Artificial ha transformado la vida de los usuarios de Internet. En Argentina, la IA se utiliza en sistemas de salud, educación, finanzas y gestión en comercio electrónico.

En la última semana, las redes sociales se coparon de imágenes animadas elaboradas con la Inteligencia Artificial. El famoso “estilo Ghibli” transforma la imagen y la ubica en un entorno especial como por ejemplo: un jardín mágico, una casa acogedora o algo más fantasioso.

La función fue utilizada por cientos de miles de personas que invadieron sus perfiles de redes sociales con las imágenes construidas por el ChatGPT. Todo muy divertido. Sin embargo, muchas personas desconocen el riesgo que hay detrás de esta acción.

Qué ocurre cuando uso IA

La política de privacidad de OpenAI, empresa responsable de ChatGPT, establece de manera clara cómo se gestionan los datos personales que los usuarios comparten al interactuar con sus servicios.

Es así que, al compartir una foto, por ejemplo, la inteligencia artificial recopila una serie de informaciones importantes. Antes de crear la imagen, datos como el nombre, información de contacto, historial de operaciones y el contenido que los usuarios suben a sus plataformas son revelados.

Más allá de la privacidad de la información, ningún sistema es infalible y, ante cualquier problema, todos tus datos podrían filtrarse.

Las imágenes que compartas en la aplicación pueden brindar datos como tu ubicación geográfica, la fecha y hora en la que fue utilizada e incluso el modelo de tu dispositivo. Mucha de esa información no quiere ser compartida por los usuarios de redes.

Cómo usar la IA de forma segura

Al momento de usar la inteligencia artificial es importante tener en consideración que los riesgos están a un solo clic. Por ello, a continuación, se enumera una serie de recomendaciones para usar la IA de forma segura.

• Usar plataformas con garantías de privacidad.
• Entender los riegos asociados al uso gratuito.
• Establecer límites en la cantidad de imágenes subidas.
• Revisar los metadatos de las imágenes.
• Evitar imágenes sensibles.