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Nuevo mapa de peligrosidad sísmica de Argentina

El Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES) renovó su registro nacional gracias a nuevos instrumentos de medición y más conocimiento geográfico.

El Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES) presentó un nuevo mapa de peligrosidad sísmica en Argentina, después de 40 años de su última actualización. Este mapa revela las ciudades con mayor riesgo de sufrir sismos en el país, basándose en nuevos conocimientos y un mayor monitoreo de las zonas geológicas y fallas.

El mapa identifica cinco niveles de peligrosidad sísmica según mediciones de sismógrafos y acelerógrafos instalados en todo el país. En la zona sur de San Juan y norte de Mendoza, incluyendo sus ciudades capitales, se registra la mayor peligrosidad sísmica, marcada en el mapa como zona roja con el número 4. Esta área presenta una aceleración máxima del suelo de 0,35 g. Le siguen las zonas circundantes, de color anaranjado y con el número 3, que abarcan el centro de Mendoza, norte y este de San Juan, oeste de La Rioja y una pequeña parte del noroeste de San Luis, con una peligrosidad elevada y una aceleración máxima del suelo de 0,25 g.

"Después de 40 años logramos realizar un nuevo mapa de peligrosidad sísmica en Argentina. Queremos aclarar que este mapa muestra las amenazas y peligrosidad por sismos y no el riesgo, el cual también está relacionado con aspectos vinculados a la construcción de viviendas y estructuras. Aún falta realizar más análisis y adaptación para trasladar estos datos a nuevos manuales de zonas sísmicas para la construcción", explicó Gerardo Sánchez, Doctor en Geofísica y jefe del Departamento Investigaciones Sismológicas del INPRES.

Peligrosidad sísmica. Mapa Argentina.jpg

Sánchez también señaló que este mapa refleja la amenaza sísmica en todo el territorio nacional y que ya no existen zonas cero, es decir, áreas sin riesgo sísmico. Incluso las Islas Malvinas están incluidas en este mapa de peligrosidad sísmica.

El INPRES cuenta con 50 sismógrafos y 100 acelerógrafos instalados en el país, además de instalaciones de monitoreo de universidades nacionales. Estos instrumentos permiten medir las aceleraciones del suelo y determinar el nivel de sismicidad en cada zona. El nuevo mapa también incluye información sobre la magnitud máxima, profundidad e influencia de las diferentes zonas sísmicamente activas en Argentina, proporcionando los cálculos necesarios para los códigos de construcción requeridos por la ingeniería de estructuras.

Si bien se recomienda que este tipo de mapas se actualicen cada 5 a 10 años, en este caso han pasado 40 años desde la última actualización. Gracias a los avances científicos y tecnológicos de las últimas décadas, se han registrado diferencias significativas en comparación con el mapa anterior, como en las provincias de Santiago del Estero y Santa Cruz.

La presentación de este nuevo mapa de peligrosidad sísmica es un paso importante para mejorar la planificación y la construcción de infraestructuras en Argentina, considerando los riesgos sísmicos presentes en todo el país. Los expertos del INPRES enfatizan la importancia de seguir investigando y adaptando estos datos para garantizar la seguridad de las comunidades frente a los posibles eventos sísmicos.

Peligrosidad sísmica. Mapa.jpg

Zonas peligrosas

El mapa, que ya forma parte de la portada del manual al que la población puede acceder de manera gratuita desde la web de INPRES, aunque continúa en análisis, indica que San Juan y Mendoza son las provincias con mayor amenaza sísmica del país, seguidas de algunas regiones del noroeste argentino y Tierra del Fuego.

Tras la actualización, hay nuevas zonas de peligrosidad sísmica, como la ciudad de Santiago del Estero, el oeste de Santa Cruz, el noroeste de San Luis, el Área Metropolitana de Buenos Aires, La Plata, Bahía Blanca, las Islas Malvinas y Tierra del Fuego, entre otras.

Según el mapa existe una peligrosidad “moderada” (nivel 2) en un largo corredor que se extiende desde el norte de Salta y Jujuy hasta una porción del noreste de Chubut, pasando por la totalidad de Tucumán y de Catamarca, el resto de la provincia de La Rioja, el oeste de Córdoba, el norte de San Luis, el centro-sur de Mendoza y la zona cordillerana de Neuquén y Río Negro. También gran parte del centro y norte de Tierra del Fuego.

En esa zona, la aceleración máxima del suelo es de 0,18 g y se encuentran las ciudades capitales de San Miguel de Tucumán, San Fernando del Valle de Catamarca, La Rioja y San Luis.

También muestra otro corredor de norte a sur del país, de peligrosidad “reducida” (1) con una aceleración máxima del suelo de 0,10 g, que se extiende desde la frontera que une Salta, Formosa y Chaco hasta el oeste y sur de Santa Cruz. De un extremo al otro, pasa por el oeste de Santiago del Estero, toda la franja central de Córdoba, el sur de San Luis y de Mendoza, el oeste de La Pampa, el este de Neuquén, gran parte del oeste de Río Negro y Chubut y un sector del este de Tierra del Fuego. En esta zona están incluidas las ciudades de Santiago del Estero, Córdoba, Neuquén y Río Gallegos.

Si bien todavía no se pueden predecir los sismos, la herramienta es importante a la hora de tomar medidas preventivas de edificación, evacuación y planes de emergencia.

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