A Lynne Price le llegó la suerte por partida doble. A esta mujer británica de 55 años que vive al sur de Gales, su oncólogo le dio una gran noticia la semana pasada: había superado un cáncer de mama que padecía desde 2015. Y tan sólo diez minutos después, su marido, David Price, llegó a su casa eufórico. Habían ganado un millón de libras (1.300.000 dólares) con la lotería Euromillones británica.

La mujer había recibido una carta del servicio de salud británico donde le confirmaba que la exploración mamaria que le habían realizado en octubre había resultado satisfactoria y por eso le informaban que estaba libre de enfermedad. “Acababa de leer la carta cuando David llegó a casa del trabajo para decir que habíamos ganado la lotería”, dijo Price. “No puedo decir lo que dije, es demasiado grosero, pero estaba en shock, temblando. Fui a bañarme durante dos horas y me quedé tratando de asimilar todo”, contó.

“Fui a casa para contarle a Lynne, pero ella tenía su propia noticia. Esa carta, que decía que tenía todo bien, vale más que un millón para mí”, razonó David. Ella, aún asimilando que había superado su enfermedad, quedó “en shock” cuando su esposo le dio la segunda buena nueva del día. Por ahora Price, escalador amateur, viajará el año que viene al campamento base del Everest en una expedición de tres semanas. Su viaje soñado.

La pareja, que tiene tres hijos de 32, 26 y 24 años, también está planeando un viaje a China, otro de sus objetivos soñados.

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