La gigantesca joya contrabandeada a Estados Unidos y la disputa legal duró 15 años. La historia del “tesoro” brasileño.
La "Esmeralda de Bahía", una de las piedras preciosas más grandes del mundo y considerada una joya “maldita” por todo lo que sucedió a su alrededor, viene siendo objeto de una compleja disputa legal entre Brasil y Estados Unidos que, al parecer, está por finalizar a favor del primero.
La pelea judicial lleva 15 años y en todo ese tiempo la enorme piedra estuvo protegida en el Departamento del Sheriff de la ciudad de Los Ángeles.
Se la considera la piedra preciosa más grande del mundo
Ahora, después de la feroz batalla judicial, parece que la esmeralda volvería a manos de las autoridades brasileñas ya que un juez desestimó los reclamos de un consorcio estadounidense de especuladores que aseguraba ser el legítimo dueño de la gema
La gema, llamada la Esmeralda de Bahía, pesa 360 kilos y fue sacada de contrabando de Brasil en 2001, por dos personas que pensaban venderla en Estados Unidos.
Su disputa legal no es menor ,ya que su valor de venta rondaría los 1.000 millones de dólares.
Descubrimiento y contrabando de la joya
La esmeralda gigante, de contornos deformes, es una masa en bruto de esquisto negro salpicado de cristales verdes.
Fue extraída ilegalmente hace más de dos décadas de una mina de Bahía y llevada de contrabando en barco por dos brasileños hasta Estados Unidos, donde falsificaron documentos de posesión.
La esmeralda pasó por varias manos y fue objeto de intrigas, obsesiones y disputas legales, que recién ahora se están resolviendo.
Fue descubierta en una mina de Bahía hace dos décadas
Kit Morrison, un empresario de Idaho, afirma ser su legítimo propietario ya que pagó a los contrabandistas 1.300.000 dólares por una participación en la venta.
Brasil reclamó la joya desde un primer momento, afirmando que fue extraída y manipulada por el mercado ilegal de la minería.
Las autoridades brasileñas, incluso, le pidieron al gobierno de Estados Unidos que interviniera en virtud del Tratado de Asistencia Legal Mutua, un acuerdo diplomático que obliga a los signatarios a ayudar en la transferencia de pruebas en asuntos penales.
Un fallo a favor de Brasil
A fines de la semana pasada, el juez Reggie Walton de la Corte de Distrito de Columbia, determinó que la gema debe ser repatriada a Brasil.
Esta resolución representa una victoria significativa para el país sudamericano, que luchaba por recuperar no solo un valioso recurso natural, sino también un símbolo cultural e histórico.
El último fallo judicial en Estados Unidos favorece a Brasil
Según el abogado general de la Unión Brasileña, Jorge Messias, si recuperan la esmeralda será incorporada al Museo Geológico de Brasil.
“Estamos muy contentos con la decisión. Nos encontramos más cerca que nunca de devolverle la Esmeralda Bahía al pueblo brasileño”, dijo Boni de Moraes Soares, el fiscal federal a cargo de la oficina de litigios internacionales de Brasil.
Kit Morrison, en tanto, afirmó que aceptará la decisión judicial. “No tengo ningún sentimiento de derrota o pérdida. Los inversores y empresarios hacemos todo lo que podemos para proteger, preservar y mejorar nuestra inversión y nuestras oportunidades. Sin embargo, siempre hay cosas sobre las que no se tienen control”, se resignó.
El mercado ilegal de piedras preciosas en Brasil
El gigante sudamericano es conocido por la abundancia de piedras preciosas como esmeraldas, diamantes y turmalinas, pero también por el oscuro y extenso mercado ilegal.
Una porción significativa de esta riqueza es extraída y comercializada de forma clandestina, evadiendo regulaciones gubernamentales y contribuyendo a problemas como la deforestación y la contaminación de ríos por el uso indiscriminado de mercurio.
Brasil tiene un gran mercado ilegal de piedras preciosas y minerales
Las operaciones ilegales suelen involucrar tanto a pequeños mineros, conocidos como garimpeiros, como a grandes organizaciones criminales.
Los garimpeiros extraen minerales en áreas protegidas, incluidas tierras indígenas, con la complicidad de actores locales y en ocasiones bajo amenaza de violencia. Una vez extraídos, los minerales son introducidos en mercados nacionales e internacionales a través de complejas redes de lavado que falsifican documentos para darles apariencia de legalidad.
El gobierno brasileño ha intentado combatir este mercado mediante operaciones de fiscalización y la implementación de leyes más estrictas. Sin embargo, la corrupción y la falta de recursos efectivos han dificultado el éxito de estas iniciativas.
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