El Gobierno avanza en un diagnóstico para hacer una reforma previsional

El Gobierno se encuentra en plena etapa de análisis y diagnóstico para implementar una reforma previsional que responda a las exigencias del FMI y garantice la sostenibilidad financiera del sistema jubilatorio. La iniciativa se enmarca en el acuerdo con el organismo, cuya condición fundamental es la reducción del déficit fiscal y el fortalecimiento del ancla fiscal.

El primer paso para ajustar la cuestión previsional fue terminar el mes pasado la moratoria, que durante años permitió que más de 580.000 personas accedieran a la jubilación sin tener los 30 años mínimos de aportes necesarios. Este paso muestra la intención oficial de encarar una revisión estructural profunda del sistema de seguridad social, en un contexto marcado por la crisis del régimen de reparto y la creciente informalidad laboral que dificulta la acumulación de aportes para sostener el sistema jubilatorio.

Durante 2024, el 73% de las altas jubilatorias se otorgaron bajo este régimen, pero ya sin esto aumentará la dificultad para alcanzar los 30 años de aportes. Para mitigar esto, se mantuvo el Plan de Pago de Deuda Previsional (PPDP), que permite regularizar aportes faltantes a quienes están a menos de diez años de la edad jubilatoria, y la PUAM, que otorga un beneficio a mayores de 65 años que no tienen los aportes mínimos.

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El informe de gestión presentado recientemente ante el Congreso por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, subraya que la sostenibilidad del sistema previsional enfrenta desafíos globales como el envejecimiento poblacional, la alta tasa de informalidad y las transformaciones de las profesiones. En este sentido, el Gobierno está haciendo un diagnóstico que incluye análisis demográficos, financieros y de experiencias internacionales para hacer una propuesta de reforma previsional que no comprometa al sistema ni al equilibrio fiscal.

La informalidad laboral es un factor crítico en esta ecuación. Según datos del Indec, la tasa de empleo informal alcanzó el 42% en el cuarto trimestre de 2024, algo que afecta principalmente a mujeres y menores de 29 años. Por eso, el presidente Javier Milei aseguró varias veces que la reforma previsional no podía abordarse sin resolver antes los desequilibrios del mercado laboral, especialmente la informalidad que afecta a casi la mitad de la fuerza de trabajo.

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El FMI fue enfático en la necesidad de que Argentina avance en reformas estructurales que incluyan cambios en el sistema previsional y estableció a diciembre de 2026 como fecha límite para la presentación de una reforma.

Entre las propuestas que circulan se evalúan modificaciones en el acceso y cálculo de los beneficios jubilatorios. Una de las ideas es implementar un beneficio básico universal para todos los adultos mayores, similar a la actual Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), complementado con un beneficio proporcional a los aportes hechos durante la vida laboral.

También se analiza eliminar o reducir los regímenes especiales (como el de los docentes), consolidar los regímenes excepcionales en un sistema único, y hacer ajustes en las pensiones por fallecimiento e invalidez (como la eliminación de beneficios vitalicios para viudos jóvenes).