Remake a medias
Secretos de una obsesión no alcanza el nivel de la película de Campanella.
Trece años más tarde, luego de haber buscado obsesivamente al escurridizo asesino, Ray regresa con una nueva pista para tratar de resolver el caso.
Las diferencias
No por nada Campanella, que participó como productor ejecutivo en la película, dijo que es un "homenaje" a la suya, ya que tanto él como Eduardo Sacheri -autor de La pregunta de sus ojos, el libro en el que está basada-, pidieron que fuese diferente. Vaya si lo es ,y con sorpresas, que mejor no quemar.
Uno de los méritos de la producción de Ray es poner en escena las contradicciones y la corrupción en el FBI. Sin embargo, el recurso de ida y vuelta al pasado no resulta claro -se lo percibe sólo por el corte de pelo de Kidman- y a veces no agrega demasiado al desarrollo de la historia. Además, la química entre la fiscal y Ejiofor no le llega ni a los talones a la de Darín y Villamil.
Julia amó la original
La actuación de la ex Mujer Bonita, que aparece siempre a cara lavada, es otro aspecto a destacar. "Me interesó que mi personaje era una combinación de algunos de los originales", señaló la actriz, que a su vez calificó la obra de Campanella como una gran película: "Es increíble, sorprendente. Lo que amé no bien la vi fue que es como una ópera silenciosa, pasan muchas cosas en ella. Por eso me interesé de inmediato cuando me dijeron de hacer la remake. Me gusta interpretar personas complejas". "Es un pequeño tesoro en mi carrera", aseguró sobre su participación.
La fallida versión de Nueve reinas
Si uno toma un película premiada y exitosa, la traslada a la Meca del cine y le agrega un par de actores conocidos, el resultado de la remake no puede fallar. Pero falló. Nueve reinas es una de las mejores cintas nacionales, la que llevó a Ricardo Darín a transformarse en el actor número uno de nuestra pantalla grande, la que convirtió al galancito Gastón Pauls en un intérprete respetado. Pero cuando Hollywood la adaptó con John C. Reilly, el mexicano Diego Luna y Maggie Gyllenhaal en los papeles centrales, lo que quedó fue un híbrido que recaudó incluso menos que la original en Estados Unidos. Criminal recibió muchas críticas por no llegarle ni a los talones a la película escrita y dirigida por Fabián Bielinsky. La acortaron, la copiaron mal y no pudieron replicar el signo porteño del film, la magia de los personajes, el suspenso ni el sorpresivo final. Ni para verla en Netflix.
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