Una película sobre el paraje Curaco brilla en España

Una película sobre la trashumancia en el paraje neuquino Curaco brilla en España. El documental “Crianceros del Viento”, de la realizadora Cecilia Morales, quedó finalista en el festival de cine etnográfico Espiello, entre 353 títulos de distintos países, con chances de ganar su tercer galardón internacional.

El documental es un retrato intimista sobre la vida de los crianceros en el norte neuquino. Tiene como protagonista al conocido payador Atilio Alarcón, quien describe su lugar en el mundo entre rimas filosas, que sacuden el sentido común del espectador sobre lo que implica el trabajo rural.

“Acá no hubo drones ni alta tecnología, nuestros recursos fueron la riqueza de las imágenes y un comunicador como Atilio, que describe la trashumancia, por ejemplo, y te dice que es el campo el que necesita también descansar de los animales”, remarcó la directora sobre su ópera prima.

Cecilia nació y se crió en Chos Malal. De chica, solía ver los chivitos que subían el Cerro de la Cruz, cerca de su casa, sin imaginar que un día, ya adulta, iba a volver para mostrarles esas imágenes al mundo.

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Explicó que “Crianceros del Viento” comenzó como un trabajo para una maestría cuando ella vivía en Buenos Aires, pero creció al punto que, cuando terminó el documental, se dio cuenta que aún no era el final, sino el comienzo. Con esfuerzo y a pulmón, llevó adelante un arduo trabajo de postproducción para preparar la obra para la pantalla grande.

El resultado impacta. Un sol polvoriento, el rumiante tumulto de los animales, las miradas que hablan y una vieja escoba que se transforma en caballo para que un niño, en juegos, reavive la tradición de sus ancestros; todo se conjuga en un relato que conmueve, aún a quienes viven del otro lado del océano y sólo conocen a Neuquén como un punto distante del mapa.

Cecilia recalcó que, aunque produjo y dirigió la obra, “mis familiares allá fueron nuestra base y me ayudó también mucha gente que compartió un proceso creativo, como los aportes del diseño sonoro y la mejora del color o la musicalización de Tito y Lautaro Gutiérrez”.

“Y Atilio, que lo conozco de toda la vida y fue fundamental como narrador, porque sabía que era cantautor, pero al contactarlo me enteré que también es criancero junto con su familia en Curaco”, resaltó.

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Después de ponerse de acuerdo, sólo quedaba coordinar el viaje, hasta que llegó el día en que Alarcón les avisó: “vengan, nomás, que los animales ya se quieren ir de veranada”. La directora fue con dos colegas de Colombia, que filmaron durante los 15 días de trashumancia “y tenían un asombro total, porque sólo conocían nuestro país por Buenos Aires y vieron otra Argentina”, relató.

Comentó que el documental “muestra la rudeza de esa vida de un modo casi poético, como cuando el narrador habla de la vida moderna y su preocupación por los herederos de la actividad y, en la edición, vemos que en muchas filmaciones aparece Nahuel, en esa ternura de nieto, que expresaba la esperanza y el temor de su abuelo”.

Indicó que trabajaron con una idea previa, pero también jugaron las imprevisiones del clima y el recorrido, “porque, cuando empieza a amanecer, el criancero se va para evitar el calor y había que ir a Curaco con la camioneta y los equipos a las 3 de la mañana, para no perderlos”.

En 2019, el documental se proyectó en Chos Malal, con los protagonistas de la historia en primera fila y todo el pueblo que los aplaudió de pie. “Sentía pánico en el estreno y me preguntaban qué pensarían al verlo en la gran pantalla, pero la sala se llenó y hubo que agregar funciones”, recordó la autora. Desde entonces, su obra cosecha elogios y premios en festivales de cine a uno y otro lado del Atlántico.

Para verlo en Neuquén, habrá que esperar unos meses, cuando esté disponible por Internet, porque se trata de una producción independiente que no se distribuye por los circuitos del cine comercial. Por el momento, está disponible el tráiler a través de una plataforma web.

Hoy, Cecilia vive en Neuquén y se siente lista para una próxima película. “Digo en broma que los chivitos llevan dos años de trashumancia y es mucho, así que puede ser que haya otro documental”, anticipó. Añadió que tiene una nueva historia rondando en sus planes “y esperemos que se dé, porque me encanta salir de rodaje y tenemos muchas cosas lindas que mostrar y recuperar en nuestra provincia”.

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Lo destacaron como documental etnográfico

El documental neuquino “Crianceros del Viento” quedó entre los 18 finalistas del festival internacional de documental etnográfico Espiello, en Sobrarbe, España. El certamen es una vidriera para el público europeo sobre las obras más logradas del cine antropológico.

Este año, se hizo una edición mixta por la pandemia, con más de 350 trabajos de una decena de países y “Crianceros del Viento” fue la única finalista de Argentina. La directora, Cecilia Morales, detalló que el documental se encuadra en el cine etnográfico “porque buscamos eso, permanecer detrás de cámara, como un espectador más, y dejar que los mismos crianceros muestren su historia”.

La obra se presentó al público español como reflejo de “una tradición que el poder silencioso alambra, extingue y erosiona, como la insistente fuerza del viento envuelve y desgrana la tierra”.

Además de la dirección y producción de Cecilia Morales, en los créditos figuran Juan David Acevedo Ríos como camarógrado y director de Fotografía, Stiven López Peláez como camarógrafo y director de arte, Ernesto Doldán en edición de montaje y color, Gabriel Santamarina y Santiago Capriglione en diseño de sonido y Tito Gutiérrez Gjurinovic, Lautaro Gutiérrez Calderón y Atilio Alarcón en la música.

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