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Chau joggineta: ahora los neuquinos compran ropa formal y de noche

El regreso a la presencialidad y la vuelta de la circulación impactó en la demanda de los negocios de indumentaria. 

Aunque la pandemia de coronavirus sigue siendo un tema a resolver, el paulatino regreso a la presencialidad en los espacio de trabajo y las aulas -y la vuelta a los habituales niveles de circulación, previos a la llegada del COVID- modificaron las costumbre y gustos de los neuquinos en materia de indumentaria con el consiguiente impacto en los comercios de Neuquén Capital.

Atrás quedó el reinado del jogging y la ropa cómoda del aislamiento. Así como el "modo relajado" se experimentó tiempo atrás como una liberación ante los códigos de vestimenta y las rutinas laborales y estudiantiles, las flexibilizaciones y la apertura de actividades que se celebraron en medio del hastío por la falta de socialización, dieron lugar a un desahogo, pero a la inversa: Fueron agradecidas por muchos como una oportunidad para arreglarse y salir. Redescubrirse tras meses de pasar por espejo casi con la misma apariencia.

Ese cambio se notó a nivel comercial y generó un cimbronazo. Es que luego de transitar una crisis profunda por el encierro y acomodarse -más tarde- a la tendencia de los equipos amplios de entrecasa, los negocios se enfrentaron a un nuevo cambio en la demanda y muchos de ellos tuvieron problemas para dar respuesta a los requerimientos de indumentaria formal, para salir de noche o asistir a un evento.

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"A fin de año, cuando permitieron las fiestas, en el rubro nadie estaba preparado para abastecer con calzado de fiesta o sandalias. Como el año pasado no se había vendido nada de eso, creímos que la demanda venía tranqui y a partir de septiembre, octubre, fue un boom. Volvieron a lo de antes, a buscar zapatos para cumpleaños de quince y fiestas de egresados", contó Mélani de zapatería Girasol, en Olascoaga 250.

Un panorama similar pintó Elizabeth, encargada del local de Mimo, que está ubicado sobre la calle Perito Moreno. "En diciembre nadie encontraba sandalias. Nosotros teníamos poco stock pero era algo que pasaba en todos los locales porque las fábricas no mandaban, estaban a la espera de qué iba a pasar. No sabían si se iba a vender mejor o peor que el año pasado y todos empezaron a buscar ropa para salir. Si no encontraban una chomba o camisa, pedían por ejemplo una remera rayada", dijo la vendedora de la marca de indumentaria infantil.

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"En noviembre y diciembre la gente vino a comprar pensando en las fiestas de fin de año. Ahora es época de casamiento, así que vienen a buscar zapatos, tacos altos y muchas sandalias. Para hombres, nosotros vendemos zapatos de vestir y sale incluso más que el calzado femenino. La gente aprovecha también para tenerlo porque ahora se está volviendo a la normalidad en cuanto a las reuniones sociales. La gente se está juntando y se está vistiendo. También hay personas que han comprado para uso diario como abogados, empleados de empresas", sumó, por su parte, Fredi de la zapatería Beerseba.

"Nosotros arrancamos el año pasado, en pandemia, con vestimenta de día. En diciembre, con el tema de las fiestas, nos pedían tanto de noche, que empezamos a traer algo y lo sostenemos porque siempre vienen a buscar para cumpleaños de quince o para ir a un casamiento. Antes no nos pedían y ahora si, un montón", remarcó la responsable del coqueto local de Puebla Style, emplazado en la esquina de Alberdi y 25 de mayo.

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"Nuestro fuerte no es fiesta, pero tenemos vestidos. El tema es que con la pandemia las marcas no hicieron mucho para fiesta y con la apertura, muchas personas vinieron a buscar vestidos para casamiento, cumpleaños de quince y se vendió casi todo", contó Sofía de Sorlecca. "Hace unos días dueña nos avisó que la nueva temporada ya no viene tanta joggineta, buzo oversize, sino más el jean ajustado, blazer, brillos. Ahora la moda está planificada para lo que fue la prepandemia", agregó dejando en claro que la oferta ya se empezó a adaptar a la demanda.

Una temporada particular

Los balances de las ventas de enero son disímiles entre los comerciantes neuquinos dedicado al rubro indumentaria. Si bien todos coinciden que por las vacaciones el mes que acaba de terminar no es el que más ganancias deja y que la concurrencia del público es menor en la zona del Monumento a San Martín que en el bajo, algunos locales mantienen un nivel de intercambio que les permite patear para un poco más adelante el inicio de la temporada de liquidaciones. Otros, en cambio, adelantaron unas semanas los descuentos para atraer al público.

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"La venta de diciembre fue poca. Esperábamos que explotara y no. Vendimos más principio de diciembre que en la semana de Navidad. Fue mucho más baja que la del año pasado que estábamos en plena pandemia con todo el protocolo. En enero baja como siempre. La liquidación de tres productos por dos, la arrancamos antes para ver si movía un poquito más y no se notó la diferencia", contó Elizabeth de Mimo.

"La primer quincena fue más tranqui y ahora va remontando más los fines de semana. La liquidación ayuda, por eso la adelantamos una o dos semanitas. La gente aprovecha para comprar, busca precios todo el tiempo", postuló Mélani de Girasol.

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"El local viene remontando la pandemia, costó un montón. En diciembre con las fiestas se movió bastante. Después de Navidad se frenó todo. Los día de calor la gente se va al río o a la pileta y no entra nadie hasta después de las 20. A veces tenemos días buenos, pero no llegan a compararse con la prepandemia. Sí, estamos un poco mejor que el año pasado", valoró Sofía de Sorlecca, ubicado en Roca 151.

En tanto, Fredi de Beerseba acotó: "La gente está viajando mucho y por lo general, en la parte de arriba del bajo, en enero no se ha movido mucho. En cantidad, las ventas bajaron, en relación al año pasado. Ponele que el año pasado se vendieron 100 productos, hasta ahora se han vendido 75".

Un clima diferente se respira en la zapataría Razza, situada en Olascoaga 243. "Hoy sigue entrando gente, algo se mueve. Nuestra liquidación aún no arrancó tenemos algunos pares con descuento pero no general", dijo Priscila al tiempo que agregó que la misma situación se da en 4 Ases y San Crispín.

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"Nosotros venimos bien. Hemos tenido buena respuesta con la liquidación que arrancó hace unos días, ahora estamos con descuentos de 50 por ciento", manifestó Ema de Le Uthe, antes de advertir que la gente siempre se fija en el precio antes de comprar. "Muchos llevan en cantidad o para el próximo año. También vienen mucha gente con gift cards que le dan en las empresas a fin de año", agregó.

"Las ventas estuvieron mejor que el año pasado. Ha venido muchos turistas de Córdoba, Rosario, Buenos Aires. A fines de enero empieza a buscar precios, pero antes llevan lo que les gusta. Nosotros arrancamos la liquidación los primeros días de febrero, lo que es bikinis porque la ropa interior no liquidamos. Los descuentos serán del 50 por ciento", anticiparon desde la Lencería Dámaris, en Olascoaga 233.

La novedad del pago con PreViaje

Aunque no es una generalidad, la tarjeta del Previaje comenzó a circular en algunos comercios de indumentaria de la Capital. Se trata de una curiosidad que solo se vio en algunos casos. De hecho, muchos comerciantes no están anoticiados de la existencia del programa nacional que busca estimular el turismo anticipado en el país con la devolución de parte del dinero pagado en alejamiento y otros servicios, con una tarjeta para gastar en distintos comercios en el lugar de destino.

"Este año notamos que hay más turista, el año pasado no pasaba tanto. Acá al lado tenemos un hotel y mucha gente que se aloja ahí, viene a comprar. Tuvimos incluso algunas personas que nos han pagado con la tarjeta de PreViaje", contó Mélani de Girasol. "Fue una novedad eso, nosotros no lo esperábamos", añadió.

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Un caso disruptivo se dio en otro negocio, con una clienta de Neuquén. "Una chica me pagó con PreViaje, pero era de acá. Probamos pasar la tarjeta y funcionó", contó la vendedora.

Ofertas de la liquidación

"Nosotros tenemos hasta el 50 por ciento de descuento con cualquier medio de pago. También tenemos hasta tres cuotas sin interés con tarjetas de crédito. Eso es lo que más llama la atención, porque hay lugares donde las liquidaciones son solo en efectivo. Acá tenemos cualquier medio de pago", dijo la vendedora de Sorlecca, para luego precisar que con los descuentos un vestido de fiesta pasó de 8.900, quedó en 6.230 pesos. "Tenemos modelos que estaban a 12 mil pesos y que hoy se consiguen a 6 mil pesos. Hay uno que quedó en 4 mil y pico de pesos. En el perchero del 50 por ciento de descuento, podés encontrar una biker con brillo para salir en 1.950 pesos, pantalones de vestir a 2.700 pesos y jeans a 2.745 pesos", destacó.

"Nuestros descuentos arrancan en un 20 por ciento y llegan al 70 por ciento", dijo la encargada de Girasol, antes de mencionar que se actualmente el valor de las sandalias va de los 1.800 pesos a los 4 mil pesos. Agregó que las zapatillas de niño rondas los 2.800 pesos hasta los 5 mil pesos, mientras que las más económicas para adultos cuestas 4.500 pesos.

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"Nuestra liquidación comenzó hace dos semanas pero la gente viene en verdad más para buscar ropa de la nueva temporada. Los jeans estaban en 5200 y quedaron en 2.800", comentaron, en tanto, desde Puebla Style.

"Ahora nosotros tenemos casi todo a mitad de precio: vestidos de lino que estaban a 3.900 y que ahora están en 1.599 pesos. Tenemos shorts y remeras a partir de 800 y 700 pesos. Lo podés pagar con crédito además", indicaron desde Le Uthe.

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