¿Cuál es la planta medicinal que usan los mapuches para aliviar el COVID?

Las plantas son medicina . De esto se sabe hace miles de años. Es que las pastillas que cualquier mortal toma en esta época para combatir una enfermedad, no son otra cosa que el principio activo de una planta, con toda la carga de una industria farmacológica a cuestas.

Juana Ñanco y María Eva Licán lo saben desde muy pequeñas cuando ayudaban a sus familias a recoger las hierbas al pie de la cordillera de los Andes, como pidiendo permiso a la naturaleza y al universo antes de arrancarlas.

Son una especie de “mujeres medicina” (o kimche) de la comunidad Hiengueihual de la Cuenca de Ruca Choroi, ubicada al norte de Alumine, donde hace más de una semana se inauguró el hospital intercultural Raguiñ Kien, un edificio en forma de medialuna -que orienta hacia la salida del sol- que atenderá a pacientes desde dos visiones muy distintas pero complementarias: la biomedicina occidental y la medicina ancestral de los mapuches .

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La flor de cachan lawen o canchalagua, que da fuerza para enfrentar al COVID.

En la comunidad cuentan que María Eva y Juana aprendieron todos los secretos de las hierbas y su meicina durante varias generaciones, pero sobre todo de una sola persona que marcó a muchos en esa zona: la ñuke (madre-abuela) Carmen Antihuan, que sabía curar todos los males y enfermedades a base de plantas medicinales. Es, de alguna manera, lo que se llama tradicionalmente una curandera o machi, en lengua mapuche, desde donde afloran todos los saberes de las plantas de la cordillera. Un concepto muy amplio y complejo de definir, que implica la curación, la medicina en contacto con lo que no rodea, llamado lawen o yaguen.

“He aprendido con mi mamá, que me ha enseñado cómo se preparan, todos los lawen (yuyos medicinales), primero la cosecha y después se prepara, en seco o fresco, son varias las enfermedades que curan... lo que nosotros curamos son los empachos, o dolores de los órganos”, explicó Juana a LM Neuquén, en un tono mezclado con mapudungun o idioma mapuche, que suelen hablar fluido dentro de la comunidad.

Juana habla en un tono que denota respeto y le pide a su compañera María Eva que explique cómo atravesó la comunidad luego de que el coronavirus le pegara de cerca a los mapuches, con más de mil contagios en Aluminé y 18 muertes durante la pandemia.

La mujer sabe que a pesar de ese contexto, el tema del COVID fue un problema más, pero que no hubo grandes temores. Es que de manera milenaria, las enfermedades, más allá de esta que irrumpió en el mundo de manera impactante y desconocida, las han abordado de manera preventiva; es una suerte de receta, en forma de infusión, para “depurar la sangre”, como decían las curandera de antes y fortalecer el sistema inmune.

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“Con el COVID, lo que pasó es que nosotros tenemos un lawen que nosotros lo tenemos y con ese tomamos fuerza, muchos han perdido la memoria, pero con ese misma hierba nosotros lo tomamos y nos fortalecemos de vuelta, ojalá los jóvenes puedan seguir levantando sus lawen, para conocer su cultura y fortalecer su comunidad”, explicó María Eva.

Entre las plantas ancestrales que preparan -en el hospital tiene más de 30- está la cachan lawen o canchalagua (centaurium nombre botánico) una planta autóctona de Chile, hoy en extinción. Tiene una flor violácea con hojas de cinco puntas y se toma como infusión, como tantas hierbas como el llanten conocido por su propiedades antinflamatorias y antibacterianas que se tomó desde siempre, no solo en las comunidades sino en el campo.

Así, para los mapuches las plantas son su propia medicina.

> Algunas hierbas y cómo funciona el hospital que une a las dos culturas

Personal con “sabiduría”. Los “médicos” con conocimiento mapuche son los denominados kimche que en lengua significa gente con sabiduría. El ministerio de Salud contratará a 12.

Cómo es el Raguiñ Kien.

El centro lo administrará un Nor Feleal, cuerpo colegiado que con representantes mapuches autoridades filosóficas que son las que mantienen el equilibrio en la naturaleza.

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Árbol de pewmo. La corteza, que contiene tanino y las hojas, se usan en infusión para el hígado y hemorragias vaginales; al exterior la decocción de corteza se usa para el reuma.

Autóctona para dolores. Fue y es usada por los pueblos originarios de la región para aliviar los dolores articulares y calentar el cuerpo, haciendo vahos y baños con la planta sumergida en agua caliente.