Un titular de Independiente calentó la previa del duelo ante el xeneize por los cuartos de final del torneo doméstico tras la victoria por Copa Sudamericana.
Independiente es protagonista en todos los frentes que tiene abierto esta temporada y para Boca puede ser una piedra en el zapato este lunes cuando se enfrenten por los cuartos de final del torneo doméstico. El gran presente del equipo que entrena a Julio Vaccari mete presión entre los competidores y ya lo ven como candidato en el certamen local como en la Copa Sudamericana donde viene teniendo un destacado andamiaje.
Álvaro Angulo se convirtió en un jugador importante para el "Rey de Copas" con un nivel parejo y que contribuye de buena manera al rendimiento que busca Vaccari para su equipo. Este lunes desde las 21.30 el rojo irá a La Bombonera en busca de darle un golpe al xeneize, uno de los clásicos, para avanzar en el certamen. Luego de la victoria ante Guaraní por 1-0 en el partido correspondiente a la Copa Sudamericana, Angulo calentó la previa y lanzó una inesperada frase.
"Todo este tiempo que me he guardado es para hacer un gol en la Bombonera", declaró en diálogo con ESPN tras la victoria del rojo por 1-0 en el certamen internacional. El fuitbolista colombiano convirtió 3 tantos con el club, siendo que uno fue en el empate 1-1 contra Racing.
Independiente sigue firme en casa. Con un ajustado, por momentos trabajado y sufrido 1 a 0 sobre Guaraní de Paraguay, el equipo de Julio Vaccari no solo dio un paso clave para asegurarse el liderazgo del Grupo A de la Copa Sudamericana, sino que también estiró una racha histórica que ya empieza a colarse en los libros grandes del club.
Con este triunfo, el Rojo llegó a los 24 partidos sin perder como local, con 16 victorias y 8 empates, superando una marca que llevaba 53 años, aquella de entre 1971 y 1972 que había cerrado con 17 triunfos y 6 igualdades.
Si bien aún está lejos del récord absoluto del club, que marca 34 partidos invicto en la Era Profesional, esta seguidilla marca un envión anímico importante en medio de un calendario exigente, donde la doble competencia pone a prueba cada músculo del plantel. Además, en el horizonte inmediato asoma el siempre picante cruce ante Boca Juniors en La Bombonera, por los cuartos de final del Torneo Apertura.
La noche en Avellaneda, sin embargo, fue mucho más áspera de lo que el dominio numérico puede sugerir. Guaraní, fiel al libreto diseñado por Francisco Arce, apostó a incomodar, a trabar el partido en cada sector del campo, y a imponer un juego de antónimos que obligó al Rojo a un ejercicio de paciencia y persistencia. Recién sobre el final del primer tiempo, cuando la ansiedad empezaba a ganar terreno en el Libertadores de América, Diego Tarzia rompió el cerco con un zurdazo desde media distancia que, tras picar dos veces, venció la floja respuesta del joven arquero Giménez.
La falta de contundencia fue, otra vez, el talón de Aquiles del equipo de Vaccari. La ausencia de Gabriel Ávalos, aún en duda para el cruce con Boca, dejó expuesta la carencia en el área rival. Matías Giménez Rojas, su reemplazo, mostró voluntad y participación en el circuito de juego, pero evidenció nuevamente sus limitaciones como goleador puro.
Las chances claras que tuvo fueron desperdiciadas entre malas decisiones y algo de mala fortuna, como la jugada en la que, tras un rebote del arquero rival, no pudo direccionar bien el balón con el pecho.
"Fue un partido que se presentó muy similar al que jugamos allá", reconoció Vaccari en conferencia. "De cara al gol no estuvimos finos, pero estoy muy conforme con el desempeño general", agregó, destacando la actitud del equipo pese a las dificultades. Sobre el duelo en La Bombonera, el DT fue claro: "El carácter tiene que ser el mismo que venimos mostrando. Nos hubiera gustado jugar el martes, pero no hay excusas. Este equipo va a salir a buscar el partido como siempre, con decisión, más allá del escenario".
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